Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/138/16
Huasca de Ocampo, Hidalgo., 20 de junio de 2016

• Además de los cinco primeros lugares, en esta ocasión se reconocieron a participantes que obtuvieron segundo y tercer lugares.

Los ganadores de la X Olimpiada Mexicana de Historia (OMH), certamen que organiza la Academia Mexicana de Ciencias y Fundación Televisa, acompañados por integrantes del comité académico durante la ceremonia de premiación.
Foto: AMC/Luis Contreras.
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En una premiación en la que los estudiantes del estado de Hidalgo, anfitrión este año de la X Olimpiada Mexicana de Historia, cantaron el himno nacional en náhuatl y llevaron a cabo la ceremonia de floración para agradecer la labor del comité académico del certamen, se entregaron la noche del domingo los reconocimientos a los cinco ganadores del primer lugar de la etapa nacional, que en esta ocasión fueron Yadir Sánchez Tafolla y Mariano Torres Romero, del Estado de México; Leonardo Ortiz Beristaín y Eduardo Dávila Dávila, de Oaxaca, y Janeth Canché Capitaine, de Yucatán.

“Para mí lo más importante de esta olimpiada fue poder descubrir datos acerca del pasado de mi municipio, me pude dar cuenta que José María Morelos y algunos otros insurgentes pasaron por mi pueblo; creía que la lucha de independencia había sucedido en otros lados alejados de mi lugar de origen, y no es así, entonces para descubrir el pasado solo hace falta que investiguemos”, dijo Yadir Sánchez, de 17 años de edad, uno de los cinco finalistas que buscarán adueñarse del primer lugar absoluto en la gran final a realizarse próximamente.

A Yadir le interesa conocer acerca del pasado, ya sea de las sociedades o de una formación geológica, por ello “quiero ser ingeniero geólogo con especialidad en vulcanología para así estudiar el pasado del planeta”.

Para Janeth Canché, de 16 años, participar en esta edición de la OMH le permitió ir más allá de lo que le enseñan en la escuela, “al prepararme para el certamen empecé a investigar acerca de diferentes épocas de la historia de México, y entendí que cada edificio tiene rasgos que son marcados por la historia; es decir, existe una razón por la que están construidos de cierta manera”.

Además, al convivir y conversar con jóvenes de otros estados, Janeth se dio cuenta de que la mayoría no sabía, por ejemplo, del auge de Yucatán a finales del porfiriato. “Yucatán tuvo una época de auge gracias a la producción de henequén, lo cual provocó que la economía del estado creciera y que el henequén fuera conocido como oro verde”.

En el caso del oaxaqueño Leonardo Ortiz, de 15 años, participar en esta olimpiada le permitió comprender que a la historia no solo le concierne el pasado, “porque también involucra el presente y nos dirige al futuro”. Y aunque diferentes conflictos en su estado le representaron inconvenientes durante su investigación para realizar uno de los exámenes del concurso, considera que es necesario rescatar la historia de diferentes lugares de Oaxaca, como son, por ejemplo, el centro o las zonas arqueológicas.

Los exámenes
La OMH, organizada en conjunto por la Academia Mexicana de Ciencias y Fundación Televisa, se realizó del 17 al 20 de junio en el municipio de Huasca de Ocampo, Hidalgo, y tras varios días de actividad, los integrantes del comité académico evaluaron los exámenes que presentaron los 98 estudiantes de 12 estados del país, con el fin de determinar a los cinco ganadores de este certamen y que se enfrentarán en una final televisada.

En la prueba del sábado se evaluaron las respuestas a seis preguntas que se plantearon a los jóvenes en torno al documental acerca de la construcción del multifamiliar “Miguel Alemán” en la Ciudad de México. “Un aspecto importante para calificar fue la precisión de las respuestas, pero también tomamos en cuenta el conocimiento del contexto histórico, ya que algunos datos no aparecían en el documental; aun así, los chicos relacionaron la construcción del multifamiliar con el proceso de desarrollo estabilizador en México, con el milagro mexicano y con el régimen autoritario, pero paternalista, de las décadas de 1930-1950”, dijo el doctor Alfredo Ávila, integrante del comité académico desde la primera edición de la OMH, la cual también coordinó.

En lo que se refiere al examen del domingo, para el cual se pidió a los estudiantes traer de sus comunidades, pueblos, localidades y/o barrios, algunas fuentes que hablaran de un monumento, edificio o un lugar que constituya un patrimonio histórico compartido, el doctor Ávila, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIH-UNAM), consideró que los resultados fueron interesantes, en vista de que esta prueba requirió conocimiento del contexto histórico, buen ortografía, capacidad de exposición y de análisis.

El historiador Erik Velásquez, del comité académico de la OMH, dijo sentirse privilegiado por la convivencia que se dio en el certamen y conocer a los 98 participantes que llegaron a la etapa nacional, porque al menos, en su opinión, un porcentaje de ellos llegará a ser historiador, “me da gusto retroalimentar su interés por la historia y estoy sorprendido de la manera en que se expresan, de su capacidad de redacción, su frescura y espontaneidad”.

Algunos de los textos, continuó el investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, que los jóvenes escribieron acerca de un lugar o monumento de sus localidades, no solo resultaron amenos, sino que nos hicieron recordar, en mi caso, la época en la que viví cerca del Palacio de los Deportes, que se ubica en la Ciudad de México. En ese texto escrito en forma de diálogo la joven explica por qué este recinto puede ser considerado, además de patrimonio histórico, un palacio (porque lo han visitado personajes eminentes), una fortaleza (por su estructura de cobre impenetrable), y una reliquia (ya que contiene la historia de la comunidad).

Noemí Rodríguez González.