Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/132/08
México, D. F., 25 de noviembre de 2008
Con cada avance de la robótica y la miniaturización, la posibilidad de que a los robots sigan personas en la exploración espacial se hace cada vez mas débil, y posiblemente dentro de 50 años el Sistema Solar entero sea explorado con la ayuda de flotillas de pequeñas naves robotizadas, aseguró el presidente de la Royal Society de Londres, Martin Rees, en el Auditorio Galileo Galilei de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Al dictar la conferencia Space and the Cosmos: What advances will the next 25 years bring?, que formó parte de un ciclo de tres con las cuales se conmemoró el 25 aniversario de la fundación de la Academia de Ciencias del Mundo en Desarrollo (TWAS), el astrónomo británico destacó la posibilidad de que haya robots que permitan proyectos de construcción que utilicen materiales que no necesariamente provengan de la tierra.
Espero, señaló, que algunas de las personas que ya nacieron puedan caminar por la superficie de Marte, aunque será peligroso, por lo que el rol de los astronautas del futuro será más parecido al de los exploradores de los primeros siglos, que estaban dispuestos a tomar enormes riesgos, añadió.
Esto es porque ningún lugar en el sistema solar posee un ambiente tan amable, ni siquiera como el de la Antártica o la cima del Everest, y no hay ningún lugar al cual escapar, enfatizó.
Por otra parte, el también profesor de Cosmología y Astrofísica de la Universidad de Cambridge, resaltó que a pesar de que las etapas de la Evolución, desde la formación del Sol, son ya parte de la cultura popular, aún prevalece una cierta creencia de que los seres humanos estamos en la cumbre del árbol evolutivo, lo cual para un astrónomo parece prácticamente imposible de creer.
Esto es, explicó, porque aunque al Sol le quedan 6 billones de años más antes de que se le acabe el combustible, después de eso se apagará, y todo lo que existe en la tierra se extinguirá aunque el Universo en expansión continuará posiblemente para siempre, destinado a hacerse cada día más frío y cada día más vacío.
Desde esta perspectiva, expresó, las criaturas vivas que presencien el enfriamiento del sol, dentro de seis millones de años, ya sea aquí en la tierra o lejos de aquí, ya sean orgánicas o basadas en el silicio, seguramente no serán humanas sino otra cosa. Serán tan diferentes de nosotros como un humano es diferente de un insecto, aunque aclaró que nadie puede predecir como serán dichos seres.
A pesar de este panorama, dijo, este siglo puede ser el momento decisivo ya que es el primer momento en la historia de nuestro planeta cuando una especie, la especie humana, tiene el futuro del planeta en sus manos.
En relación con lo que sucederá en cuanto a investigación fuera de nuestro sistema solar, el científico recordó que las estrellas no son sólo puntos brillantes en el cielo, sino que tienen planetas girando alrededor de ellas.
Al respecto, dijo que en los próximos veinte años habrá astrónomos usando potentes telescopios para observar estrellas a 30 años luz de distancia en busca de planetas semejantes al nuestro. Opinó que la búsqueda de vida extraterrestre es un reto fascinante, cuyo resultado influenciará el concepto que tenemos de nuestro lugar en el mundo, de la misma manera que lo hizo la teoría de Darwin.
El presidente de la Royal Society afirmó que para entender las galaxias, no se puede hacer experimentos con ellas pero sí se pueden observar muchas de ellas y, además, se puede hacer explotar a algunas de ellas con ayuda de la computadora.
Respecto a la teoría del Big Bang, Martin Rees apuntó que aún cuando hasta los más cautos científicos parecen aceptarla, aún faltan por resolver las preguntas sobre qué explotó y por qué explotó. Para resolver estas cuestiones, advirtió, se requiere una teoría que unifique las dos fronteras científicas, la del micromundo y la del macromundo.
Sobre el tamaño del Universo, resaltó que si bien se han observado galaxias que están a diez billones de años luz de distancia, no hay ninguna razón para pensar que eso es todo lo que hay, por lo que podría haber mucho más de lo que se ha observado, de igual modo que hay mucho más océano que el que se ve hasta el horizonte.
Al concluir su conferencia, explicó que si algunos extraterrestres pudieran observar la vida en la Tierra observarían que de unos cuantos cientos de años a la fecha, la superficie del planeta empieza a cambiar mucho mas rápido que antes, y luego verían otros cambios mas rápidos, que en 50 años el número de óxido en la atmósfera se incrementa rápidamente, el planeta empieza a emitir intensamente ondas electromagnéticas y que de vez en cuando se lanzan pequeños proyectiles que salen de la atmósfera.
Si estos extraterrestres hipotéticos siguieran observando la tierra por los próximos 200 años ¿qué podrían observar?, la respuesta, finalizó, depende de nosotros que vivimos en esta época especial, verán un espasmo seguido de silencio, o verán un planeta estable o verán que algunos de los cohetes lanzados desde la tierra formarán nuevas bases de vida en algún otro lugar aparte de la tierra.
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