Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/052/18
Puebla, Puebla., 28 de febrero de 2018

• La Facultad de Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla abre sus puertas a los estudiantes de nivel bachillerato que toman parte del concurso para que muestren sus conocimientos y talento en el manejo del equipo en las pruebas experimentales.

Tras presentar cuatro pruebas experimentales en química analítica, química orgánica, química inorgánica y físicoquímica, los estudiantes que avanzaron a la fase de laboratorio, esperan los resultados finales de la XXVII Olimpiada Nacional de Química, concurso que organiza la Academia Mexicana de Ciencias.
Foto: Noemí Rodríguez González/AMC.
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Capacidad de observación, destreza manual, seguir instrucciones, tener conocimiento y dar uso adecuado al material de laboratorio, son algunas de las habilidades que los participantes de la Olimpiada Nacional de Química tuvieron que mostrar hoy en la continuación del certamen de ciencia que se lleva a cabo en Puebla.

Este concurso, en su XXVII edición, que organiza la Academia Mexicana en colaboración con otras instituciones y organizaciones, consta de tres exámenes (teórico, práctico y el internacional), que se enfocan en cuatro áreas: química analítica, química inorgánica, físicoquímica y química orgánica.

Los exámenes actualmente se aplican en dos niveles. El “A” en el que se agrupan estudiantes de último año de bachillerato con conocimientos de química en general y en especial de química orgánica, mientras que el “B” es para quienes tengan conocimientos de química general y no hayan participado en Olimpiadas de años anteriores.

El día de hoy, de los 188 jóvenes que llegaron a esta etapa nacional, la mitad consiguió pasar al examen experimental, el cual se realizó en los laboratorios de la Facultad de Ciencias Químicas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Juan Carlos Hernández Chacón, quien forma parte del comité académico de la Olimpiada, explicó que el examen experimental la integraron cuatro pruebas, dos para el nivel A (química analítica y química orgánica) y dos para el nivel B de (química inorgánica y físicoquímica).

La práctica de analítica, del nivel A, consistió en determinar la pureza de una sal de uso común para la limpieza de albercas, y decidir si aprobarían o no los índices de calidad. En la parte de química orgánica los estudiantes tuvieron que seguir una serie de pasos para obtener la síntesis de esta sal y demostrar que su producto tiene una pureza adecuada.

Los estudiantes del nivel B para la parte de inorgánica identificaron diferentes gases con base en pruebas cualitativas. “Los participantes recibieron una caja de Petri, en el centro de esta generaron el gas a través de una reacción química; en la caja en forma de reloj estaban colocados diferentes reactivos con los que cada gas tenía que reaccionar. Y en función de las reacciones a las que el gas dio positivo, eligieron el gas del que se trataba”.

En la parte de físicoquímica los participantes construyeron una celda para medir el paso de la corriente eléctrica, comentó Hernández Chacón.

Sobre la complejidad de preparar los laboratorios para la parte práctica de la competencia, destacó que esta inicia desde que se decide cuál será el estado anfitrión del certamen, ya que los laboratorios deben contar con una serie de instalaciones acondicionadas para las pruebas.

Para esta ocasión se tuvieron que trasladar desde la Ciudad de México sustancias y reactivos para las pruebas experimentales, y fue necesario montar el material en los laboratorios, una tarea que llevó más de una jornada de trabajo pues requiere de atención y cuidados.

Uno de los objetivos de la ONQ es promover el estudio de las ciencias químicas y estimular el desarrollo de jóvenes talentos en esta área. Para Juan Carlos Hernández las pruebas prácticas pueden contribuir a que los participantes, ya de por sí interesados en la química, sean finalmente atraídos por esta área del conocimiento.

Aunque el integrante del comité académico de la ONQ reconoció que hace años era común que algunos de los participantes no tuvieran acercamiento a un laboratorio, eso ha cambiado, ya que los delegados estatales se han encargado de darles un entrenamiento que incluye, por lo menos, tres visitas a un laboratorio.

Mañana jueves se anunciará a los ganadores de las medallas de oro, plata y bronce y a los seleccionados del examen internacional.

Los ganadores de los primeros lugares de esta fase nacional y quienes hayan obtenido lo mejores puntajes en el examen internacional conformarán una preselección, recibirán un entrenamiento y a partir de su desempeño se seleccionará a los integrantes de dos equipos, uno que participará en la 50 Olimpiada Internacional de Química, que se llevará a cabo en República Checa y Eslovaquia, y otro en la XXIII Olimpiada Iberoamericana de Química, en El Salvador.

Noemí Rodríguez González.