Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/069/14
México, D.F., 27 de febrero de 2014

• La producción de energía nuclear no es una cosa del pasado, actualmente existen 430 reactores operando en el mundo y generan el 35% de la energía eléctrica del planeta
• México importa en promedio de 94.2 millones de pies cúbicos diarios de gas, que es más de lo que produce, y esto significa que no está garantizada la seguridad energética del país, afirma Gustavo Alonso Vargas

El doctor Gustavo Alonso Vargas, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias.
Foto: Archivo AMC.
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La seguridad energética es la garantía de contar con los suministros necesarios para abastecer al país y asegurar su crecimiento y desarrollo. De 1993 a 2006 la demanda de gas ha crecido desmedidamente, alcanzando los 3 mil millones de pies cúbicos diarios; la causa de dicho crecimiento se explica por políticas energéticas que privilegian el uso de este producto.

Y con el objetivo de aliviar esta dependencia tanto de hidrocarburos como de gas, el doctor Gustavo Alonso Vargas, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, propone tomar la producción de energía nuclear como un vector alterno. “Cuando dependemos de un combustible que no producimos o que está en mercados muy volátiles, como es el caso del gas, disminuye nuestra seguridad energética”, comentó.

Además, como lo explica el especialista, el principal problema de depender de un energético como el gas, es que el 80% del costo de la generación de electricidad proviene del gas como materia prima. A lo anterior hay que agregar que la importación de este producto desde Estados Unidos se realiza a través de nuestros ductos, que han resultado insuficientes, y añadir que su costo es muy volátil.

El doctor Alonso Vargas, experto en suministro y fuentes de electricidad, señaló que cada país desarrolla su sistema eléctrico con base en los recursos que tiene y cuando México importa en promedio 94.2 millones de pies cúbicos diarios de gas -cifra superior a lo que produce-, significa que no está garantizada la seguridad energética del país.

De ahí la importancia de voltear a ver a la energía nuclear como una opción, ya que “se trata de una energía limpia y el suministro de combustible está garantizado por muchos años pues el uranio es muy abundante, su precio es estable y no está en países en conflicto como en el caso del petróleo”, señaló el investigador.

La producción de energía nuclear no es una cosa del pasado, todo lo contrario, en la actualidad existen 430 reactores operando en el mundo y participan con el 13% de generación eléctrica del planeta; hay más de 70 reactores en construcción, y entre las naciones que están optando por esa alternativa energética están Brasil y Argentina. “Los países que tienen energía nuclear normalmente la utilizan como energía de carga base; es decir, que opera los 365 días del año”.

Desde el año 2000 la Central Nuclear Laguna Verde ha producido alrededor de 10 mil megawatts hora al año, y se han ahorrado 10 mil toneladas de bióxido de carbono, mientras que con gas el ahorro ha sido solo de 400 toneladas.

Gustavo Alonso Vargas, quien trabaja en la planeación de escenarios de seguridad energética, afirmó que de seguir así para el año 2028 México estaría importando el 50% de gas y también sujeto a la inestabilidad de los precios. Por ello, el investigador mencionó que para alcanzar la seguridad energética es necesario diversificar las fuentes de energía.

Estados Unidos con 104 plantas nucleares genera el 20% de la energía total de su país; mientras que en México solo representa el 5%, pero con otro reactor de la misma capacidad, se produciría el doble. Para la construcción de un reactor nuclear que produzca mil 400 megawatts se requiere de una inversión de 6 mil millones de dólares, dijo.

Alonso Vargas hizo hincapié en que se necesitan políticas de Estado que trasciendan los sexenios en las que el objetivo sea el desarrollo de México.

Mariana Dolores