Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/059/13
México, D.F., 14 de febrero de 2013
Permear la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) en el sistema educativo permitirá formar a los profesionistas que puedan crear la industria que México necesita, una que lleve al país a convertirse en uno desarrollado, con capacidad para resolver sus propios problemas. La formación de recursos humanos debe tener un espíritu nacionalista que impida su fuga, pues ésta es un lujo que los mexicanos no nos podemos dar, dijo el rector de la Universidad Autónoma de Querétaro, el doctor Gilberto Herrera Ruiz.
Además, consideró que un aspecto fundamental para dejar de ser un país creador de profesionistas para maquiladoras, es tener una visión del México que queremos, como primer paso, y después pasar a la acción.
En comentarios sobre el panorama de la CTI, la educación y el papel de la universidad que encabeza, el ingeniero en sistemas electrónicos con especialización en mecatrónica y biotrónica, mencionó que “hay que trabajar el doble o el triple de lo que normalmente se trabaja en otro países. No podemos llegar solo a administrar a las universidades, tenemos que impulsarlas, y hacer que sus estudiantes estén ligados a la investigación y a las problemáticas del país”.
Como ejemplo, citó la creación de un tren rápido entre México y Querétaro anunciado recientemente por el gobierno federal, lo cual consideró bueno para el desarrollo de la región, pero lamentó que se esté analizando qué empresa extranjera llegará a construirlo, cuando esta oportunidad debe ser para los mexicanos. O, que en México se tenga al hombre más rico del mundo encabezando una poderosa empresa de telefonía, pero que no exista en el mercado un teléfono inteligente de manufactura mexicana.
“En México se hace ciencia sin apoyos y sin impulso, pero aun así se hace ciencia y buena. El problema de este país no es la dependencia tecnológica sino la intelectual, pues se piensa que no podemos hacer las cosas. No es problema de dinero, es de confianza. Taiwán es un ejemplo de la confianza que tiene en su gente”.
Educación
Herrera Ruiz, ganador del Premio en Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) en 2005 en el área de Ingeniería y Tecnología, mencionó a propósito de los recientes resultados de la consulta de la Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación, organizada por varias instituciones entre ellas la AMC, que es muy bueno que la población reconozca a la educación como el motor de desarrollo, y no como un ámbito que refiera solo un salón de clases, un pizarrón y se abran universidades.
“Una universidad más allá de la educación, tiene que ver con la investigación, con la generación de nuevo conocimiento que se transmite a los jóvenes. Lo mismo pasa con la vinculación, que consiste en atraer la realidad del país y resolverla”.
El reto de la Universidad que me corresponde ahora encabezar –agregó- es impulsar la investigación y su vinculación. “Hemos tenido a investigadores que tuvieron la oportunidad de estar fuera del país, pero cuando han regresado traen soluciones a problemáticas que no corresponden a las que enfrentamos aquí. Tenemos entonces que ligar la investigación a la realidad nacional y verla como una inversión y no como un gasto, esto se dice siempre pero no se entiende del todo”.
La UAQ
Destacó que la Universidad Autónoma de Querétaro el año pasado invirtió por primera vez 10 millones de pesos en investigación y consideró que el gasto educativo en este campo es parte primordial del desarrollo universitario.
Y en ese sentido el académico comparó a su universidad con el país. “Somos un pequeño México, en la universidad tenemos problemas y tratamos de resolverlos. Por ejemplo, estamos generando nuestra propia producción de agua potable, que es ´ AGUAQ´, que permite tener un espacio de tecnología universitaria con la participación de los estudiantes; también se elaboran productos de limpieza y equipamientos diversos. Todo esto lo tendremos que llevar más allá de la frontera universitaria, sacarlo para uso público”.
Gilberto Herrera Ruiz, elegido como rector para el periodo 2012-2015, destacó que la UAQ recibió más de 50 millones de pesos en vinculación con el sector productivo, lo que es una buena señal: “Si nos están pagando para solucionar un problema significa que la investigación que se hace aquí va en la dirección correcta, aun cuando somos una institución joven en actividades científicas y tecnológicas, con apenas un poco más de 20 años de experiencia”.
Para el especialista en tecnología de invernaderos, está claro que si en la UAQ y en otras universidades públicas del país no se forman ingenieros, médicos, veterinarios del mismo nivel académico de los que se egresan de otros centros de países desarrollados, México seguirá manteniéndose a la zaga.
“Este país ha tenido un fracaso en la enseñanza del inglés, llegan a la universidad los alumnos sin saber este idioma, mientras que en muchos países que no tienen habla inglesa se resolvió esta situación desde la primaria, como Suecia y Holanda. Hemos tenido que encarar este problema para que en la universidad también sea requisito para el estudiante. Además de sus conocimientos académicos, el dominio del idioma inglés es fundamental”.
Sobre la relación entre la universidad y el sector privado, Herrera Ruiz destacó que en tanto las agendas de estos dos ámbitos estén separadas, poco o nada se podrán resolver los problemas que enfrenta México. “Tenemos que tener también una agenda con el gobierno, formar recursos humanos y contar con las inversiones adecuas para dejar el rezago”.
Hay que ver –sostuvo- en dónde este país empezó a fracasar. Un ejemplo claro es la parte alimenticia que está importando productos porque no hay una investigación que permita la autosuficiencia. Brasil es un exportador importante de soya y pollo. Aquí es al revés, se ha reducido la producción nacional y no hablemos de la exportación”.
Confianza en la ciencia mexicana
Qué es lo que falta cuando se tiene buena ciencia y propuestas para contender desde ya con la actual realidad del país, se preguntó el ingeniero para responder él mismo: “El problema es que no tenemos la confianza de que se pueden hacer las cosas, pero hay que hacerlo y qué mejor desde el espacio de la ciencia y la tecnología, mostrar que sí se puede y no permitir que otros cobren por hacerlo.
“La CTI también deben permitirnos adquirir el conocimiento que ahora no tenemos y siguiendo con el ejemplo de los trenes (en el sureste y el Bajío), ¿de dónde va a salir el dinero?, no nos vayan a salir con que siempre no se pudo, porque entonces vuelvo a preguntar: ¿Qué no podemos los mexicanos construir lo que queremos y necesitamos?”.
Fabiola Trelles Ramírez
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