Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/023/11
México, D. F., 19 de febrero de 2011

• Por su amenidad, la hora y media de instrucción se les hizo corta
• Los más pequeños, aunque inquietos, realizaron sus primeras figuras en la sesión de arranque

Con emoción y gran expectación, niños de primaria y secundaria iniciaron su instrucción en los talleres de Computación Infantil de la AMC, en el interior del Vagón de la Ciencia del MUTEC.
Foto: AMC
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Con emoción y gran expectación, niños de primaria y secundaria iniciaron su instrucción en los talleres de Computación Infantil de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en el interior del Vagón de la Ciencia del Museo Tecnológico (MUTEC), comienzo que resultó toda una experiencia para los chicos en el aprendizaje de lenguajes computacionales.

En lo que fue uno de los vagones-comedor del tren presidencial en la época porfiriana y que tuvo uso hasta los años 30, en lo que todo es original y funciona, pero que ahora está adaptado para la difusión de la ciencia, Juan Pablo, Vania, Esmeralda, Sebatián, Fátima, entre otros niños de 6 a 12 años de edad, empezaron su instrucción en el conocimiento del leguaje MicroMundos y tuvieron el honor de estrenar equipo de cómputo nuevo.

Su enseñanza de este lenguaje les permitirá introducirse en la programación de una computadora, y desarrollará en ellos creatividad e innovación, así como el pensamiento crítico y resolución de problemas.

En este espacio, luminoso y acondicionado para los talleres, Claudia Guzmán, instructora, abogada de profesión, de larga trayectoria en la instrucción de estos también llamados softwares educativos, con los que ha enseñado a más de 4 mil niños en diferentes centros como el Museo de Antropología, dijo sentirse muy gratificada atender a esos pequeños y enseñarles en el ámbito de la computación.

“Los tallares de cómputo de la AMC enseñan a aplicar estas herramientas en diferentes ámbitos. A los niños les llama mucho la atención porque las aplicaciones son amigables. Se les ayuda a pensar, a que tengan imaginación y traten de desarrollar su creatividad a partir de explicaciones básicas”, indicó y consideró su labor como una muy enriquecedora.

Muy temprano, antes de que el vagón-comedor fuera abierto, los primeros en llegar fueron Socorro Aguilar y sus tres pequeños hijos a quienes inscribió a los talleres. Se trasladó del municipio de Huixquilucan, Estado de México, donde reside, al MUTEC, en Chapultepec; mas el recorrido no mermó su emoción “porque mis hijos deben aprender computación y creo que les gusta”.

Comentó que “en la actualidad aprender a manejar la computadora es importante, es el futuro, porque todo se maneja a través de ella, entonces traigo a mis hijos para que refuercen lo que en las escuelas le dan y así se les dificulte menos usarla”.

Al concluir los más pequeños su taller, entró al Vagón de la Ciencia el grupo de los chicos de secundaria, quienes comenzaron su instrucción de Enseñanza de las Matemáticas “El Geómetra”, sistema con que aprenderán a diseñar figuras combinando dibujo a pulso con técnicas precisas de construcción.

Tan ameno fue el tiempo que pasaron los chicos en ambos talleres, que varios de ellos “reclamaron” que la clase hubiera acabado.

Micromundos y El Geómetra se imparten durante siete sesiones sábados o domingos por espacio de hora y media de curso. En este inicio en el Vagón de la Ciencia del MUTEC son 50 niños inscritos divididos en cinco grupos los talleres.