Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/069/11
México, D.F., 30 de marzo de 2011

La Dra. Silvia Torres Castilleja.
Foto: AMC

Hace unos días declaré mi total desacuerdo a las leyes que van en contra del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo; normas a las que califique incluso de retrógradas y sexistas.

Mi punto de vista expresado en el Foro Nacional: Mujeres en la ciencia, la tecnología y la innovación en México, generó diversos comentarios de amigos y por supuesto respuesta del área de Comunicación Social del Gobierno de Jalisco quienes me hicieron llegar información que leí detenidamente.

Luego de conocer el texto de la iniciativa de modificaciones al Código Civil, del Código Penal y del Código de Procedimientos Penales del Estado de Jalisco en cuanto a la legislación sobre esterilización provocada presentada por el Poder Ejecutivo de Jalisco apenas el 9 de marzo, considero necesario hacer algunas precisiones.

En el texto del Código Civil del Estado de Jalisco, se propone incluir en el Artículo 273.- “Los cónyuges tienen derecho a decidir conjuntamente, de manera informada y responsable, el número y espaciamiento de sus hijos.” Y también se propone en el Artículo 232 Bis.- “Comete el delito de esterilidad provocada, quien sin el consentimiento expreso de quien tenga legitimación para otorgarlo conforme a las disposiciones legales aplicables, practique procedimientos quirúrgicos que provoquen en una persona esterilidad.”

Es decir que según este ordenamiento serían “los cónyuges” los que tienen legitimidad para otorgarlo. Considero que debe ser “el individuo” el único que debe decidir sobre su cuerpo. Por tanto, sostengo que no debemos permitir normas que representen un retroceso principalmente para las mujeres, ya que aunque también afectaría a hombres, en nuestro país la proporción del número de esterilizaciones femeninas a las masculinas (vasectomías) es de al menos 25 a 1.

Lo anterior viene a colación porque pienso que es de suma importancia que la redacción de las normas que nos rigen deben ser precisas y claras a fin de proteger a los individuos.

El comunicado de prensa del gobierno de Jalisco a través del secretario General de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, expresa: “Se ha dicho equivocadamente que se está recabando el consentimiento del cónyuge, no es así, es un consentimiento personal, intimo, de la mujer en el caso de la esterilización por cualquier método y de la vasectomía en el caso del hombre”.

El hecho es, y en este sentido coincido con la Doctora en Filosofía del Derecho, Moral y Política del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Alicia María Ocampo, que dicha iniciativa de Ley esconde un intento por limitar la autonomía de la voluntad de cada uno de los cónyuges y ciertamente limita el avance de acceso de la mujer a la justicia.

Por mi parte, insisto que es imperativo que en el Artículo 232 del Capítulo X sobre Esterilidad Provocada se especifique que la mujer y el hombre en lo individual son los “legítimamente reconocidos para decidir procedimientos quirúrgicos de esterilidad”.

Hoy la situación social de la mujer ha sufrido grandes transformaciones en muchas partes del mundo; México no es la excepción, tenemos un antecedente marcado en la década de los años cincuenta, cuando se transformó la sociedad de una configuración campesina a una urbana.

Los logros alcanzados por la mujer en muchas áreas, han sido enormes, pero a la fecha son insuficientes. Se han creado instituciones para la protección de los derechos humanos, la equidad de género, redes sociales y otros esfuerzos importantes a favor de la mujer, por eso no puedo dejar de expresar mi preocupación por las legislaciones que representan retrocesos a la situación de la mujer.

Silvia Torres Castilleja.