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Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/044/09
Villahermosa, Tabasco, 29 de marzo de 2009

• El especialista del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y miembro de la AMC clausuró el Simposium Transición energética y oportunidades en el sureste mexicano
• El futuro de nuestro país está en las energías alternas, con acento en las de origen hidráulico, solar y las bioenergías, señaló
• Los participantes consideraron urgente modificar la política exportadora de petróleo por otra que cuide las reservas, procese el crudo y atienda los requerimientos de las generaciones futuras

Rafael Loyola Díaz, investigador miembro de la AMC, dio a conocer las conclusiones del Simposium Transición energética y oportunidades en el sureste mexicano.
Foto: AMC
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La ciencia y la tecnología son herramientas indispensables para incursionar en un nuevo paradigma energético, por lo que es necesario apoyar los esfuerzos que permitan el fomento y fortalecimiento de las capacidades de generación de conocimiento y desarrollo tecnológico, especialmente en la región sureste de México.

Así lo manifestó Rafael Loyola Díaz, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) e investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, al dar a conocer las conclusiones del Simposium Transición energética y oportunidades en el sureste mexicano, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).

Ante estudiantes y académicos reunidos en el Auditorio del Centro Internacional de Vinculación y Enseñanza de esa institución, Loyola Díaz enfatizó que el futuro energético de nuestro país está en las energías alternas, con acento en las de origen hidráulico, la solar y las bioenergías.

Durante la ceremonia de clausura del simposio, enfatizó que, de acuerdo con las evidencias presentadas por expertos en tres días de trabajo, sí existen alternativas desde el punto de vista científico y tecnológico, y este es el momento de definir acciones y adoptar decisiones visionarias comprometidas con las próximas generaciones, añadió.

El investigador subrayó que las energías alternas se están perfilando como el relevo ante el agotamiento de las fuentes fósiles o de otras fuentes finitas de energía y recordó que, en los años recientes, se ha manifestado una disminución en los costos de las energías renovables, la diversificación de sus opciones, así como avances tecnológicos significativos en la materia.

Rafael Loyola destacó el hecho de que la era del petróleo se encuentra en plena fase de declinación, toda vez que los yacimientos gigantes se acabaron y que las reservas requieren de nuevas tecnologías para su aprovechamiento, exploración y extracción.

A pesar de lo anterior, comentó, el uso de fuentes fósiles todavía dominará el consumo mundial de energéticos en las próximas décadas, “nos guste o no nos guste”, acotó.

En este sentido, tal como lo reconocieron los participantes, anotó que en México el petróleo seguirá siendo la principal fuente de riqueza energética junto con la hidroeléctrica, y continuará siendo factor de desarrollo económico, a pesar de sus efectos negativos.

Sobre el sureste mexicano, dijo que en perspectiva histórica y en la actualidad, es una región rica en materia energética, ya que además del petróleo dispone de energía hidroeléctrica y potencialidades en energía solar, biomasa y eólica.

Después del recuento de las “evidencias y hechos prácticamente incuestionables”, mostradas en el simposium, Rafael Loyola, resumió los pendientes en la materia.

Destacó que la reciente reforma petrolera sólo sirvió para evitar su desnacionalización, pero no para asegurar su futuro desarrollo, por lo que señaló la necesidad de formular un nuevo paradigma en materia energética.

Es urgente modificar la política exportadora de petróleo por otra que cuide las reservas, procese el crudo y atienda los requerimientos de las generaciones futuras, advirtió.

Insistió en que el futuro de la energía está en una política diversificada que debe comprender la explotación racional y con criterios nacionalistas del petróleo, el ahorro de energía y el impulso decidido de las energías renovables.

Puntualizó que el fomento y explotación de las energías renovables debe incluir la formación de profesionales y la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico en la materia.

Es también necesario, subrayó, un cambio de mentalidad, cuidar que no se atente contra la producción y consumo de alimentos y elaborar una normatividad pertinente.

A la ceremonia de clausura asistieron, Humberto Mayans Canabal, secretario de Gobierno del estado de Tabasco, y Candita Victoria Gil Jiménez, María Isabel Zapata Vázquez y Víctor Castellanos Vargas, rectora, secretaria de Servicios Académicos y director de Investigación y Posgrado de la UJAT, respectivamente.

Previo a las conclusiones del encuentro, tuvo lugar la sesión Los empresarios frente a la reforma energética, en la que se dieron a conocer las experiencias de algunas empresas mexicanas o que operan en el país, que desarrollan políticas de ahorro de energía y de uso de energías alternas.

El Simposium: Transición energética y oportunidades en el sureste mexicano, llevado a cabo del 25 al 27 de marzo, fue organizado por la Academia Mexicana de Ciencias, el Gobierno del Estado de Tabasco, la UNAM y la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.