Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/286/17
Ciudad de México, 13 de diciembre de 2017
Próximo a concluir su gestión como presidente de la Sección Regional Centro-Occidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Alejandro Femat Flores realiza una serie de reflexiones sobre su experiencia al frente de esta representación y comenta lo que en la recta final se plantea llevar a cabo para reforzar la presencia de la agrupación científica en una región donde existe un importante desarrollo económico y una significativa masa crítica en ciencia, tecnología e innovación (CTI).
Entre los objetivos que busca concretar Femat Flores están, como se ha señalado, fortalecer la presencia de la institución en la zona, afianzar la continuidad de los proyectos que realiza la asociación, así como incrementar su membresía. Estas acciones, considera el ingeniero químico, dan continuidad a lo hecho por sus antecesores y serán acciones que deberán tener seguimiento con las próximas mesas directivas.
Esta sección, una de las seis en las que se divide la AMC, la integran 364 investigadores de diferentes instituciones de educación superior, institutos y centros de investigación de Guanajuato, Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, Michoacán, Jalisco y Colima, estados que reúnen una diversidad de especialidades en torno a la CTI, que van desde las que se aplican a la industria del tequila hasta la producción del silicón, y que pasa por una variedad de áreas de conocimiento, incluidas las ciencias sociales y las humanidades.
“Tenemos en esta Sección Centro-Occidente a grupos de la academia muy sólidos y tradicionales como son los de la UNAM y el Cinvestav, o grupos relativamente jóvenes como los del IPICyT y el Colegio de San Luis. Tenemos también en nuestra región las industrias aeronáutica y automotriz; una zona agroindustrial de las más importantes en el país, y todas requiriendo conocimiento, desarrollo tecnológico e innovación, y es ahí donde se inserta y convive esta representación de la AMC”, resalta.
En la zona del Bajío se encuentran estados que están entre los primeros lugares de crecimiento económico, como son Aguascalientes y Guanajuato, aunque alrededor hay otras entidades que compiten en el rubro como Querétaro, San Luis Potosí, Colima, “así que debemos encajar en esta realidad para seguir generando conocimiento y es un reto que tenemos en esta sección de la Academia”, expone Femat Flores, quien labora en San Luis Potosí como investigador y es el actual director del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICyT).
Discusión e intercambio de ideas en reunión de académicos
Dentro de las actividades que realiza la Sección Centro-Occidente de la AMC está el Encuentro Ciencia y Humanismo, una versión adaptada de la reunión que realizó la Academia por primera vez en 2012 en su sede en la Ciudad de México. Susana Lizano, actual vicepresidenta de la AMC, quien encabezó la anterior mesa directiva de esta sección, y Jesús Dorantes organizaron la actividad que desde 2013 se ha realizado anualmente de manera ininterrumpida e itinerante en los estados que conforman la representación, y con éxito.
“Uno de los resultados que hemos tenido con este encuentro es que ha permitido conocernos entre los integrantes, dándonos la oportunidad de revalorar diferentes formas de expresión y manifestación del conocimiento”, dice Femat Flores, quien comenta que la pretensión es que esta reunión se convierta en un programa, pero también espera surjan otras propuestas, con pertinencia social, que atraigan recursos para llevarlas a cabo, ya que “la ciencia tendría que ser un actor social importante y la AMC, como aglutinador de talento e intelecto, formada por científicos con carreras sólidas y capacidad de propuesta, podría generar más programas con presencia social, como los que ya opera”.
Consolidar la presencia de la Sección Regional Centro-Occidente
Para la última etapa de la administración que encabeza, Alejandro Femat busca dar pasos hacia una mayor presencia de la sección en varios niveles, por ejemplo, ante las instituciones, porque “nosotros, como individuos e investigadores, damos vida a esa interacción, convivencia y coexistencia. Aunque las secciones regionales tenemos el reconocimiento al interior de nuestra asociación y de nuestra presidencia nacional, estamos ausentes en las entidades federativas y municipios”.
Sobre esto, el científico explica que, así como la presidencia nacional de la AMC forma parte de mesas directivas de otros organismos e instituciones, sería muy importante que sus secciones regionales fueran convocadas por órganos como los consejos estatales de ciencia y tecnología, o integraran diferentes instancias de los gobiernos de los estados para ser fuente de opinión y asesoría.
Desde su visión, esta inclusión a nivel institucional permitiría tener una representación en los órganos de gobierno y consolidaría la presencia no sólo de la sección que ahora encabeza, sino de las otras secciones regionales de la Academia, pues iría acorde a la descentralización que desde hace tiempo se lleva a cabo. “Hoy la actividad científica está diseminada en todo el país”, recalca.
Femat considera que los presidentes y sus secciones podrían contribuir con una visión plural en la generación de políticas públicas y en la toma de decisiones en sus entidades federativas o de manera regional, sería un “contrapeso desde un organismo complementario, independiente, de una asociación de ciudadanos que nos dedicamos a la CTI, y que podemos entablar comunicación directa con las autoridades”.
Otro esfuerzo importante a realizar que plantea el investigador es dar una sede a la Sección Regional Centro-Occidente en alguna de las entidades que la conforman, ya que observa la necesidad de estructurar la presencia de la Academia para varios fines. “Las actuales condiciones de la AMC, cuya presidencia y vicepresidencia están bajo investigadores que se desempeñan fuera de la Ciudad de México, podrían favorecer a resolver esta necesidad, ya que tanto José Luis Morán, presidente, en San Luis Potosí, y Susana Lizano, vicepresidenta, en Michoacán, trabajan y han trabajado prácticamente en provincia y es muestra de la descentralización que se lleva a cabo”, comenta.
La apreciación que tiene Alejandro Femat es que el Consejo Directivo nacional de la AMC será sensible a esta realidad, de dar continuidad a los programas y acciones de la Academia, para “que contribuya a resolver los grandes desafíos que en materia de CTI tiene nuestro país. Hemos estado en este dicho y con esta intención todos los presidentes de secciones regionales, contamos con una muy buena comunicación con el Consejo Directivo para propiciar condiciones en lo político, lo financiero y lo estructural”.
Una membresía que debe crecer
También “como presidente de la Sección Regional Centro-Occidente de la AMC reconozco que nos hace falta una conciencia colectiva como gremio, de reconocernos como grupo, y es que esa identidad en la AMC únicamente se da por membresía”, señala Femat Flores.
Un síntoma de esta situación, apunta, es la falta de una alta respuesta a la convocatoria para ser miembro de la AMC, y el problema que advierte tiene que ver con la identidad. “Hay más investigadores niveles II y III del SNI que podrían ser miembros de la AMC en la Sección Regional Centro-Occidente y con ello duplicarnos o triplicarnos, pero la gente no responde porque quizá no ve una identidad y es un círculo vicioso, ¿por qué no ven una identidad?, porque no ven una estructura. Pero tampoco hay una presencia política, en mi experiencia, en los eventos que se organizan, invitan al director del IPICyT, pero no al presidente de la AMC Sección Regional Centro-Occidente. La presidencia a nivel nacional sí tiene presencia, y eso es lo que nos falta trabajar para que se vuelva más atractivo pertenecer a la Academia”.
Trabajo por hacer
El investigador reconoce que aún falta mucho por hacer en la mesa directiva que encabeza, y pese a haber echado a andar varios proyectos, hicieron falta más resultados. “En los meses que me restan en la presidencia me gustaría cerrar con un inmueble que en comodato pudiera recibir nuestra sección y fuera su sede, que por facilidad de operación podría ser en San Luis Potosí, pero podría estar en cualquier otro estado, geográficamente Aguascalientes está accesible al resto de las entidades de nuestra representación, así que es un objetivo tener la oficina y con eso quisiera concluir mi gestión el próximo año”.
Reflexiones finales
“La ciencia tendría que ser un actor social importante y la AMC, como ente aglutinador de mentes inteligentes, formada con científicos con carreras sólidas y con capacidad de propuesta, podría tener esas opciones con pertinencia social”, indica el ingeniero químico.
En el cierre de sus reflexiones Alejandro Femat Flores expresa: “En esta entrevista me tocó analizar a la Academia, y los comentarios están focalizados en la AMC, pero debemos diversificar más, en su momento un análisis crítico, por ejemplo, al Conacyt, al FCCyT y al CCC. Esta es la primera vez que tengo una oportunidad para dar opiniones respecto a la Academia y como se ve son autocríticas, tenemos que hacer más en la sección, hay muchas oportunidades para seguir creciendo, al final todo redunda en una mejor estructura organizacional de los segmentos sociales que hacemos ciencia y tecnología”.
Fabiola Trelles Ramírez.
Regresar Arriba, o a Comunicados, o al Inicio.
AMC "Casa Tlalpan" Calle Cipreses s/n, km 23.5 de la carretera federal México - Cuernavaca, San
Andrés Totoltepec, Tlalpan, C.P. 14400, México, D.F.
Coordinación de Comunicación y Divulgación
Teléfonos: (52-55) 58 49 49 04, Fax: (52-55) 58 49 51 10, amcpress@unam.mx
Mapa de ubicación