Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/094/12
México, D.F., 11 de mayo de 2012
Las hay pequeñas como los colibríes y grandes como las cigüeñas, grullas o zopilotes y diferentes partes de su vida las pasan en distintas regiones geográficas. Las aves migratorias son, como el resto de las especies animales, importantes para el equilibrio de los ecosistemas, y preservarlas en sus procesos de funcionalidad es actuar en favor de la naturaleza, asegura el doctor Adolfo Navarro Sigüenza.
“Las aves migratorias representan un proceso evolutivo que lleva millones de años, viven en un sistema en el cual para sobrevivir necesitan hacer movimientos de residencia, es su forma de vida”, sostiene el ornitólogo miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, en el marco del Día Internacional de las Aves Migratorias, el cual se celebra el segundo fin de semana de cada mayo y sirve para promover su protección y sus hábitats en todo el planeta.
En el mundo, comenta el investigador, existen poco más de 9500 especies de aves, y se calcula que de esas alrededor de 1800 son migratorias, una buena cantidad de ellas existen en Norteamérica que migran hacia los trópicos y otras más que lo hacen de Europa hacia África.
“Las aves migratorias tienen un comportamiento en el que pasan cierta parte de su ciclo de vida en un lugar y luego cambian a otro, esto se repite a lo largo de la vida de un individuo y ese cambio es del sitio donde se reproducen al lugar donde invernarán para luego emprender el regreso”, explica.
El fenómeno de la migración de las aves es de suma importancia, porque las aves migratorias actúan como indicadores de la salud de los ecosistemas, la diversidad biológica y el cambio climático. Las aves migratorias igualmente proporcionan beneficios fundamentales y servicios ecológicos a los ecosistemas de los que dependemos para sobrevivir.
El investigador del Departamento de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la UNAM dice que una de las especies más carismáticas que llaman la atención en su migración es la cigüeña blanca –que la tradición indica es la que trae a los niños-, la cual migra desde Europa hacia África; como también son atractivas las grandes aves de presa por su tamaño y por el grueso de su población, además de las muy conocidas migraciones de las grullas y gran cantidad de aves playeras.
“México es un sitio privilegiado para las aves migratorias de Norteamérica, como las migratorias neotropicales, que son las que se reproducen en Canadá y Estados Unidos y migran a territorio mexicano para pasar el invierno en lugares más cálidos y con suficientes recursos alimenticios”, indica.
Adolfo Navarro destaca que si México tiene cerca de 1300 especies en conjunto con los países vecinos del norte, 200 de ellas son aves migratorias, ya sea que pasen todo el invierno en el país o lo utilizan de paso hacia otros lugares del Caribe y Sudamérica.
Las aves canoras, las de percha, los passeriformes, que son los que cantan y conforman el grupo más abundante de las aves; los chipés, gorriones, las aves playeras, buitres, zopilotes, gavilanes, son entre otros, grupos importantes de aves migratorias en México.
“La migración más famosa en América y quizá del mundo lo son las aves rapaces que cruzan por México que van a invernar a Sudamérica y siguen las corrientes de aire solo planeando, se van concentrando desde Norteamérica a lo largo del Golfo de México formando una especie de ´río´ que por días enteros se puede estar viendo con miles de individuos migrando todos hacia el mismo lugar”.
El ciclo de migración de las aves por lo general abarca un año, y a eso se le llama migración estacional, explica el miembro de la AMC, quien añade que hay aves que migran siguiendo su alimento, pero no se mueven de región, sino que lo hacen dentro de una montaña como los colibríes que son migratorios altitudinales, sus movimientos son importantes pero pequeños en la escala geográfica a diferencia de otros grupos que cubren distancias de miles de kilómetros para tener sus nidadas y criarlas.
Las aves migratorias responden a un sistema de fotoperiodo, que quiere decir que detectan los cambios en la duración del día, conforme éstos se van haciendo más cortos sus cerebros secretan hormonas que les desarrollan una inquietud migratoria y esto sucede al final de la época reproductiva y empiezan a moverse siguiendo las estrellas, o respondiendo al magnetismo terrestre para poder sobrevivir al invierno. Esto ocurre a la inversa cuando tienen que emprender el regreso. “Lo que es un hecho es que la migración se generó en la evolución”.
“Las aves migratorias y personas, juntos a través del tiempo”, el lema del 2012
Para el Dr. Adolfo Navarro el mensaje de la celebración del Día Internacional de las Aves Migratorias es crear y motivar en las personas la conciencia sobre los procesos naturales en los que subsisten estas especies para su conservación y la conservación integral del planeta. “El transfondo es eduquémonos y eduquemos para valorar y proteger a las aves porque así se protegerán a más especies y a la naturaleza en general”.
La tala de árboles, la pérdida de humedales, los efectos del cambio climático están degradando los hábitats de las aves migratorias que llegan a zonas donde hay especies residentes con las que tienen que compartir los recursos alimenticios.
“Sumado a lo anterior, pensemos que Norteamérica es un embudo y las aves que vienen del norte se quedan en México, que es más pequeño, donde forman grandes concentraciones. Es algo terrible para algunas especies, como los patos, que llegan a las lagunas donde les esperan los cazadores, por lo que estando en grandes cantidades son muy frágiles, este es un problema en el mundo y en México”, expone el investigador.
Navarro Sigüenza dice que otro problema que se observa en México es que estas aves aprovechando importantes corrientes de aire se topan con turbinas eólicas que también aprovechan las corrientes para generar energía limpia. “Estamos en un conflicto de nuestros intereses también ecológicos con los procesos naturales de tránsito de las aves migratorias”.
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