Academia Mexicana de Ciencias
Boletí­n AMC/24/07
Juriquilla, Querétaro, domingo 20 de mayo de 2007

• En su última etapa, participan 86 adolescentes de 13 estados del paí­s, luego de las eliminatorias estatales en las que compitieron más de 54 mil
• Llama Soledad Loaeza, coordinadora de la Olimpiada, a impulsar una mejor enseñanza de la historia a todos los niveles educativos

Participantes de la I Olimpiada Mexicana de Historia, respondiendo el examen de preguntas abiertas sobre el México Prehispánico, Colonial, del Siglo XIX y el Siglo XX.
Foto: Arturo Barba/AMC
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Con la participación de 86 estudiantes de 13 estados del paí­s menores de 16 años, este fin de semana inició la I Olimpiada Mexicana de Historia, organizada por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), con el objetivo de impulsar la cultura histórica de la sociedad mexicana.

Luego de las eliminatorias estatales en las que concursaron más de 54 mil estudiantes de casi todo el paí­s, los jóvenes que se dieron cita hoy en el estado de Querétaro probarán sus conocimientos sobre esta disciplina.

¡México requiere extender el conocimiento de su historia, pues hemos visto que incluso altos funcionarios de todo el paí­s tienen una enorme ignorancia histórica! señaló Soledad Loaeza Tovar, coordinadora de la Olimpiada. ¡Por ello, es necesario y urgente mejorar su enseñanza a todos los niveles educativos!.

Al igual que en otras disciplinas como biologí­a, quí­mica y geografí­a, la AMC organiza la Olimpiada Mexicana de Historia, para motivar a la juventud y a la niñez mexicanas en el estudio de esta disciplina, además de que aprovecha el gusto natural que los mexicanos tienen por la historia y la cultura nacionales.

Loaeza Tovar afirmó que el estudio de la historia en México es maduro, exitoso y que siempre se ha contado con destacados historiadores y, sobre todo, profesionales con un método cientí­fico estructurado y sistematizado conforme ciertas reglas, porque no se puede improvisar. ¡Hay un campo de investigación amplio para los historiadores y hacen falta especialistas en este campo!.

Asimismo, la integrante de la AMC señaló que existe una preocupación dentro de la comunidad académica respecto a la enseñanza de la historia por la reforma al programa de estudios de secundaria de la Secretarí­a de Educación Pública (SEP), que elimina el análisis de la época prehispánica, lo que calificó de ¡catastrófico!.

Una de las peculiaridades de esta Olimpiada es que enfoca gran parte de sus evaluaciones hacia el sentido de pertenencia que aporta la historia, ya que una población necesita identificarse con sus raí­ces culturales e históricas de la región y del paí­s, para no perder su identidad cultural dentro de la aldea global en que ahora vivimos, enfatizó la investigadora adscrita a El Colegio de México.

Por su parte, Juan Pedro Laclette, presidente de la AMC, mencionó al grupo de estudiantes provenientes de los estados de Coahuila, Chiapas, Oaxaca, Sonora, San Luis Potosí­, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, entre otros, que con el hecho de haber llegado a la última etapa de la Olimpiada ya son un grupo de adolescentes y jóvenes triunfadores.

El equipo coordinador de la Olimpiada Mexicana de Historia, integrado por Graciela Márquez, de El Colegio de México; Erica Pani, del Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación, y Alfredo ívila, Federico Navarrete y Elisa Speckman, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, quienes se manifestaron a favor de la promoción y defensa de la enseñanza de la historia, pues la consideran fundamental para el avance de nuestra nación.

Durante el primer dí­a de evaluación de este evento, apoyado por la Fundación Televisa, los estudiantes respondieron cuatro preguntas abiertas. Una sobre el México prehispánico, la segunda sobre la época colonial, otra más sobre el siglo XIX y la última sobre el siglo XX, a través de las que los evaluadores calificarán la ortografí­a, redacción, exactitud histórica, contenido histórico, imaginación, argumentación y originalidad. ¡Se trata de hacerlos escribir pues de esa manera tiene que razonar sobre la historia!, explicó Loaeza Tovar.

Asimismo, los participantes realizarán un ensayo sobre la historia de su comunidad, con el propósito de que empiecen a hacer algo de investigación, que hagan entrevistas a sus familiares, que acudan a la biblioteca local, que entrevisten a diversas personas, y que localicen elementos que les permitan escribir una pequeña historia del lugar donde viven, mencionó Federico Navarrete. ¡Se trata que apliquen el conocimiento histórico a su vida diaria!, enfatizó.