Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/113/13
México, D.F., 30 de marzo de 2013

• Desde la perspectiva de las ciencias sociales se buscan soluciones que incidan en la creación de políticas públicas

El interés en la ciencia política dejó de ser un asunto de élites, dijo la doctora Soledad Loaeza investigadora del Colmex e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias; la acompañan los doctores Ariel Rodríguez y Fausto Hernández.
Foto: Arturo Orta/AMC.
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La ciencia política centrará sus estudios en la calidad de la democracia, en el regreso de las movilizaciones sociales derivada de una desconfianza sistemática en las instituciones, también en el comportamiento de los medios de comunicación y en los resultados del proceso de descentralización del gobierno, señaló la doctora Soledad Loaeza durante su participación en la mesa “Las ciencias sociales y la interpretación de la realidad mexicana”, realizada el 21 de marzo en El Colegio de México (Colmex), en el marco del programa Hacia dónde va la ciencia en México.

La investigadora del Centro de Estudios Internacionales del Colmex e integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), celebró que “el interés en la ciencia política dejó de ser un asunto de élites desde 1980, pues la política es la materia de la que está hecho el buen ciudadano; su conocimiento contribuye a la generación de un buen gobierno que pone coto a los poderes fácticos y promueve la transparencia de los asuntos públicos”.

Por su parte, el doctor Ariel Rodríguez Kuri, investigador del Centro de Estudios Históricos del Colmex, comentó que los historiadores no son “los guardianes del pasado ni promotores de identidad ni gambusinos de las esencias nacionales, sino productores de saberes organizados y legibles para un público presente”. Lamentó que exista una producción historiográfica fragmentada de la historia contemporánea del país, donde no se cuentan con documentos de procesos cruciales como la historia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) o de Televisa, por ejemplo.

El doctor Miguel Armando López Leyva, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, dio lectura a la intervención de la doctora Rosalba Casas, también integrante de la AMC, quien destacó la importancia de interpretar, desde la sociología, los impactos de la crisis económica de 2008, el envejecimiento de la población, el incremento de grupos en condiciones de pobreza o la escasez de recursos hídricos para incidir en propuestas efectivas que se reflejen en las políticas de ciencia e innovación de los años venideros.

La visión económica estuvo a cargo del doctor Fausto Hernández Trillo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), quien destacó que México es el “riñón que procesa las modas académicas de los países industrializados” desde que se insertó en la economía global bajo la escuela neoliberal en 1980. Lo más deseable sería que tuviera su propia identidad en ciencia económica. Además, comentó que las reformas estructurales no deberían de ser consideradas la panacea para el país.

Para el investigador, los criterios de calidad de los artículos de ciencias sociales no son muy claros en cada una de las instituciones productoras de conocimiento, que en los últimos años, se han dedicado a generar sus propias revistas científicas: “¿Cómo insertarnos en la producción del conocimiento global? Si, además, existe una arrogancia endógena por parte de los investigadores estadounidenses que no consultan la literatura de la región.” Su propuesta es crear canales de divulgación acordes con los estándares internacionales.

Como parte del programa Hacia dónde va la ciencia en México, que organizan la Academia Mexicana de Ciencias, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia, se llevarán a cabo encuentros en diversas instituciones alrededor del país con la participación de expertos que discutirán los temas cruciales que debe afrontar México desde las perspectivas académica, tecnológica y sectorial. Los resultados de estos encuentros se enviarán al presidente de la República y a su gabinete.

Luz Olivia Badillo