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La Crónica de Hoy
5 de febrero de 2014
Reyna Paz Avendaño
Será posible curar mucho de los diferentes tipos de cánceres si se logra conocer la genómica de los tumores, ya que identificar las mutaciones que ocasionan la propagación e invasión de las células cancerosas en la sangre hará posible el diagnóstico temprano y la creación de fármacos efectivos. Así lo considera Jorge Meléndez Zajgla, investigador del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) y responsable del proyecto Genoma del cáncer. Capítulo México.
Hoy los estudios genéticos sobre los principales cánceres en México, comenta, han demostrado que las mutaciones entre población latinoamericana y caucásica son muy parecidas, excepto en los casos de cáncer de pulmón. Además, se sabe que existen cerca de 150 mutaciones que pueden heredarse y predisponer a los hijos a padecer esta enfermedad.
El también miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) explica que el cáncer se presenta debido a alteraciones en el DNA que suceden por dos razones: cuestiones hereditarias o por hábitos de vida. Por ello, define al cáncer como una enfermedad genómica con la posibilidad de cura.
“La genómica es indispensable, pero no es la única clave, para tratar y saber más del cáncer. Hay otras alternativas como la inmunoterapia o la creación de fármacos dirigidos o extraídos de plantas; pero para muchas disciplinas e investigaciones, la genómica es la base”, comenta el experto.
De acuerdo con Abelardo Meneses García, director del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), en México se diagnostican alrededor de 130 mil nuevos casos de cáncer al año, de los cuales, los más frecuentes son de mama, cervicouterino, próstata, linfomas, colón, estómago y siguen en menor frecuencia de ovario, pulmón y endometrio.
Sin embargo, refiere que entre el 65 y 70% de los pacientes llegan al Incan en etapas avanzadas, panorama que coloca a esta enfermedad como la tercera causa de muerte en el país, por debajo de las enfermedades cardiovasculares y las complicaciones por diabetes mellitus.
Y asegura que cerca del 10% de los casos se deben a mutaciones hereditarias, el resto es causado por mutaciones a causa de los estilos de vida. Además —enfatiza— la falta del diagnóstico temprano y de especialidades en las áreas de oncología pediátrica, hematología y radioterapia, complican el manejo de los tumores.
“Por ello, desde hace algunos años la investigación en cáncer ha cambiado y los esfuerzos se están enfocando en la obtención de biomarcadores tumorales y en el desarrollo de medicamentos biotecnológicos, cuyo objetivo es atacar con mayor especificidad las células tumorales, buscando mayor eficiencia en el tratamiento y menores toxicidades para el paciente”, destaca.
Jorge Meléndez Zajgla comparte la opinión del director del Incan ya que considera que la oncología ha cambiado, pues antes los tratamientos que se mejoraban eran quimioterapias, radioterapias y cuestiones quirúrgicas, a pesar de su desventaja en toxicidad.
“Desde hace 10 años se buscan fármacos dirigidos, es decir, medicamentos que actúen sobre mutaciones particulares, los talones de Aquiles del cáncer. Esto hará que sea más efectiva la terapia y con menos reacciones secundarias, ya que la quimioterapia es muy tóxica y aunque está enfocada en matar a las células del cáncer, mata a todas las células”, expresa.
Pero para crear estas terapias dirigidas, señala, necesitan conocer qué mutaciones tienen los tumores, algo que aún no se tiene en México y es en lo que actualmente trabajan en el Inmegen.
MEDICAMENTOS. Genómica del cáncer. Capítulo México está inmerso dentro de un proyecto mundial: tener el panorama completo de la mayor parte de las mutaciones genómicas que se encuentran en los cánceres, lo cual permitirá, reconocer las mutaciones prevalentes en mexicanos y ofrecerá tanto a investigadores como a compañías la creación de fármacos contra cada mutación.
“Ya existen medicamentos de terapia dirigida, pero son para población caucásica y ahora necesitamos saber cómo está en el país la prevalencia de estas mutaciones y si a nuestros pacientes les podemos dar los mismos fármacos”, detalla Meléndez Zajgla.
Y aunque en los servicios de salud existen medicamentos dirigidos, en general, si un paciente quiere tener terapia dirigida debe asistir a un servicio particular y enviar su muestra a Estados Unidos para que le realicen el análisis genómico y le indiquen con qué fármaco puede ser atacado el tumor.
Al respecto, el director del Incan comenta que México incorporó gracias al programa de gastos catastróficos del Seguro Popular alrededor de 15 medicamentos de este tipo.
—¿Cuáles son esos medicamentos?
—En cáncer de mama se incorporó uno que ha logrado aumentar la respuesta al tratamiento. Lo mismo sucedió en linfoma, próstata y pulmón, en éste último antes los pacientes fallecían en un periodo de ocho meses, pero con los nuevos blancos terapéuticos hemos logrado supervivencias en un grupo significativo de pacientes de hasta 3 años. La desventaja es su alto costo.
Con la incorporación del programa de gastos catastróficos, aclara, han logrado que cerca del 45% de la población tenga cobertura social, incluyendo a los pacientes con cáncer de mama, cérvix, próstata, linfomas, testículo, germinal de ovario y trasplante de médula ósea.
No obstante, el investigador del Inmegen destaca que aún falta mucho. “Tenemos mutaciones que son más o menos frecuentes y que permiten hacer fármacos de manera general, pero entre el 5% y 20% de la población tiene una misma mutación y todavía existe un 30% de mutaciones que son poco frecuentes en menos del 5% de las pacientes”.
—¿Qué avance lleva su proyecto?
—Ya tenemos la genética del cáncer de mama, cervicouterino, de cabeza y cuello. Trabajamos en pulmón, páncreas, canceres infantiles y tenemos planes de expandirlo a cáncer de próstata y gástrico.
Por el momento, dijo, han encontrado que los tumores tienden a parecerse a nivel mundial porque los factores de riesgos son muy similares y las únicas diferencias encontradas están en el cáncer de pulmón, investigación que determinará si la población latinoamericana es más susceptible a padecer este cáncer o no, o si los tratamientos usados son los adecuados.
—¿Cómo ayuda la genética a la prevención?
—Sirve para crear marcadores. Si sabemos que tenemos un cierto número de mutaciones en el tumor, su DNA se rompe, las células mueren y parte de ese DNA se va al torrente sanguíneo, entonces es posible sacar sangre y ver si tenemos mutaciones, lo cual nos dirá si el paciente tiene o no cáncer. El problema es que necesitamos un panorama grande de todas las mutaciones que se tienen en los diferentes tipos de tumor.
La otra aportación para el diagnóstico temprano, enfatiza Meléndez Zajgla, es analizar a las familias con predisposición a cáncer, hacerles un escaneo de genoma completo y decirle qué genes le dan predisposición. Pero ambas opciones en México están, por el momento, lejos de la realidad, aunque existen algunos proyectos que empiezan a utilizar estas herramientas.
EQUIPO. En opinión del director del Incan, el tratamiento de cáncer también requiere de más médicos y por ende, de la incorporación a los planes de estudio las especialidades en hemato-oncología, pediatría oncológica (pues sólo existen 150 en todo el país y los casos de cáncer en niños es del 5%) y radioterapia (ya que el 70% de los pacientes con cáncer reciben radioterapia como tratamiento).
Además, comenta, es necesario incorporar las nuevas tecnologías. “Nosotros tendremos dos equipos para radioterapia intraoperatoria, es decir, una vez que se extirpa el tumor, se aplica esta terapia pero con una dosis muy precisa. Así evitaremos las recurrencias y la disminución de toxicidad”.
También, añade, el Incan adquirirá un ciclotrón o acelerador de partículas para la fabricación de radiofármacos, un robot quirúrgico para tener mayor precisión en las cirugías y contará con una nueva torre de hospitalización.
Por último opina, al igual que el investigador del Inmegen, que el cáncer es curable y la evidencia son el millón de mexicanos supervivientes de esta enfermedad, sobre las 80 mil muertes registradas al año en el país.
Casos aumentarán a 22 millones anuales: ONU
Los casos de cáncer están en aumento y se estima que, en dos décadas, serán diagnosticados 22 millones al año en todo el mundo, por lo que son necesarias medidas de prevención, destacó un informe la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC).
Esta agencia especializada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó ayer en la Royal Society de Londres su documento 2014 sobre la incidencia de esta enfermedad en todo el mundo.
El texto —elaborado por Bernard Stewart y Christopher Wild, de la IARC, en colaboración con más de 250 científicos de 40 países— advierte de que los casos están aumentando a un ritmo alarmante, por lo que hace hincapié en la prevención y los tratamientos.
El documento sirve para ayudar a los políticos en todo el mundo a tomar medidas adecuadas para controlar el cáncer, por lo que “el trabajo de esta agencia es más importante que nunca”, dijo Wild.
Según las proyecciones de este médico, uno de cada cinco hombres y una de cada seis mujeres desarrollará algún tipo de cáncer antes de los 75 años de edad, mientras que uno de cada ocho hombres y una de cada 12 mujeres morirá por la enfermedad.
En 2012, se diagnosticaron 14 millones de nuevos casos de cáncer, sobre todo de pulmón, mama y colon, pero que esta cifra puede trepar a los 22 millones al año dentro de veinte años. En ese mismo periodo, se estima que las muertes por ese mal aumentarán de los 8.2 millones al año a 13 millones. (EFE)
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