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En los 90, el gobierno federal buscaba frenar la fuga de cerebros, ofreciendo a cientí­ficos mejores condiciones de regreso e ingreso al paí­s y de inserción en el mercado académico

Miércoles 16 Febrero 2005.- La palabra solidaridad se convertí­a en una expresión célebre en 1992, no solamente por el lanzamiento de dos satélites mexicanos al espacio exterior (Solidaridad I y II( sino por convertirse en la frase caracterí­stica del entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari.

En el campo de la ciencia y la tecnologí­a, iniciaba el Programa de Apoyo a la Ciencia en México (PACIME), financiado por el Banco Mundial, recuerda Antonio Peña Dí­az, presidente en el periodo 1992-1993 de la entonces Academia de la Investigación Cientí­fica (AIC), actualmente Academia Mexicana de Ciencias (AMC).

El PACIME retribuirí­a 300 millones de dólares al rubro de ciencia y tecnologí­a en el bienio 92-94, mismos que se destinarí­an a intensificar programas de becas, proyectos de investigación cientí­fica y repatriación de jóvenes investigadores.

¡Hoy, 13 años después, el programa de repatriación tiene un futuro incierto; las becas han disminuido y tampoco se dan recursos para la renovación de equipo e instrumental de laboratorio!, lamenta el también investigador del Instituto de Fisiologí­a Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Considera que los últimos 20 años fueron la mejor época en la investigación cientí­fica del paí­s, aunque siempre han tenido que ajustarse a los presupuestos escasos. ¡Más que dinero, lo necesario es que el impulso recibido continué con el paso de los sexenios!.

El apoyo que tuvieron la ciencia y la tecnologí­a durante la presidencia de Salinas de Gortari se debió fundamentalmente a la asesorí­a de Fausto Alzati Araiza, como director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologí­a, y de José Miguel Yacamán, como director adjunto, sostiene Peña Dí­az, a pesar de lo que sucedió después en el sexenio de Ernesto Zedillo.

Por ello, considera fundamental que los polí­ticos se asesoren con personas relacionadas con el medio cientí­fico para elaborar los programas de ciencia y tecnologí­a.

Cabe destacar que, como titular de la AMC, Peña Dí­az sugirió el seguro de gastos médicos mayores para los miembros del Sistema Nacional de Investigadores, mismo que fue aprobado. Lo que quedó pendiente, hasta la fecha, fue establecer un sistema de jubilación para sus miembros.

También buscó apoyo de la Secretarí­a de Educación Pública y de Secretarí­a de Desarrollo Urbano y Ecologí­a (hoy Secretarí­a de Desarrollo Social) para que los primeros y segundos lugares de la Olimpiada Nacional de Biologí­a, establecida en