Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/126/12
México, D.F., 15 de junio de 2012
- Presenta la Academia Mexicana de Ciencias recomendaciones de expertos ante la reunión del G-20
- Tratar los recursos del agua y energía por separado, es un error, que de no subsanarse dará lugar a grandes problemas
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Foto: AMC
Ante el desafío de satisfacer la demanda de alimentos para una población mundial que aumentó de 6 a 7 mil millones en los últimos 12 años y que alcanzará la cifra de 9 mil millones en 30 años más, un grupo integrado por las Academias de ciencias de 15 países, en las que participa la Academia Mexicana de Ciencias, proponen cuatro medidas para enfrentar los retos locales, regionales y globales que vinculan agua y energía, dos recursos que requieren de un uso y gestión eficientes para su sustentabilidad.
La recomendación del G-Science, nombre que adopta el conjunto de Academias, está dirigida a los participantes de la próxima Cumbre del G-20, y constituye un llamado para atender las necesidades de energía limpia y costeable, de agua en cantidad y calidad adecuadas y atención a la seguridad alimentaria.
La fuerte interacción que existe entre agua y energía -considera la agrupación-es un aspecto fundamental que debe tomarse en cuenta para la planeación e inversión en infraestructura.
“Se sobreentiende que en materia de seguridad alimentaria, deben considerarse necesarios los recursos de agua y energía, ya que la agricultura es en gran medida el mayor consumidor de agua en gran parte del mundo y su demanda de energía es enorme”, señalan en un documento.
Exponen que un esfuerzo clave para la seguridad alimentaria, consiste en aumentar la eficiencia, y reducir el desperdicio de energía y el uso del agua en la agricultura, y en las pérdidas posteriores a la cosecha.
Subrayan que la interacción directa que se requiere para satisfacer necesidades energéticas y garantizar la disponibilidad y calidad del agua es poco reconocida. El G-Science reporta que ya se empiezan a sentir las presiones por la escasez de energía y agua en muchos países y regiones y se prevé que se sumen más, teniendo esto graves implicaciones para la salud y bienestar humano y para los ecosistemas.
En su pronunciamiento las Academias aseguran que tratar los recursos del agua y energía por separado dará lugar a ineficiencias e insiste en la necesidad de comprender la vinculación existente entre ambos recursos.
En ese sentido indica que la energía hace posible el funcionamiento de la sociedad moderna. El suministro de agua y su calidad, requieren de grandes cantidades de energía. Asimismo, alerta sobre el número creciente de áreas en el mundo que padecerán estrés por déficit o escasez de agua, o que no lograrán la autosuficiencia en la producción de alimentos, de acuerdo con datos actuales y proyecciones sobre la demanda de ambos recursos en las próximas décadas.
Por ello, subrayan que la seguridad alimentaria y el suministro de agua para consumo humano son retos locales, pero también regionales y globales.
Las actuales deficiencias en la infraestructura para ambos recursos, el crecimiento de la población, los cambios de vida y dieta del humano, se traducirán en una mayor demanda de energía y agua, así como los cambios en los ciclos hidrológicos regionales debido al cambio climático, se sumarán a las potenciales crisis del desarrollo humano, añade el pronunciamiento.
Con estos antecedentes, los líderes de las Academias de Ciencias, incluida la Academia Mexicana de Ciencias, recomiendan a los gobiernos las cuatro siguientes medidas:
1.- Garantizar que los programas de energía y agua estén completamente integrados y que las soluciones se desarrollen con base en un enfoque de sistemas que tome en cuenta las interdependencias.
2.- Invertir en investigación científica e innovación, en optimización energética y en el uso sustentable del agua, de forma integral, y continuar desarrollando metodologías de análisis de sistemas para hacer frente a estos retos.
3.- Establecer estructuras de gobernabilidad eficaces y políticas claras que faciliten la gestión integrada de energía, agua y los sistemas agrícolas.
4.- Desarrollar sistemas que monitoreen y pongan a disposición de todos y de forma gratuita los datos básicos clave sobre agua y energía.
El G-Science sostiene que estas acciones requieren del desarrollo de capacidades locales y regionales, y de capacidades institucionales para llevar a cabo la investigación necesaria, recopilación de datos, evaluación, planeación, gobernabilidad, adaptación tecnológica y mantenimiento a largo plazo.