Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/037/09
México, D. F., a 13 de marzo de 2009
- El investigador de la Facultad de Ciencias e integrante de la AMC participó en el IV Coloquio Internacional sobre Darwinismo
- En el libro de Darwin aparecen dos capítulos dedicados al estudio de la distribución de los seres vivos sobre la tierra, los únicos en toda la obra del naturalista inglés, señaló
- Antes existía una manera de cartografiar la biodiversidad, sin explicar necesariamente las causas de sus patrones
- El especialista en biología evolutiva y miembro de la AMC, participó en el IV Coloquio Internacional sobre Darwinismo con la conferencia ‘Biogeografía evolutiva. Un enfoque integrativo’.
Foto: AMC
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Con la publicación del libro El Origen de las Especies de Charles Darwin, se inició una nueva forma de hacer biogeografía. Antes existía una manera de cartografiar la biodiversidad, sin explicar necesariamente las causas de sus patrones, destacó Juan José Morrone, investigador del departamento de Biología Evolutiva de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
El especialista, también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), agregó que la biogeografía, dedicada al estudio de la distribución de los seres vivos sobre la tierra, tiene orígenes antiguos; por ejemplo, en relatos bíblicos referentes a la creación de un paraíso terrenal, la dispersión a partir del arca de Noé, el mito de Babel y los seres humanos extendiéndose en la tierra.
Al participar en el IV Coloquio Internacional sobre Darwinismo con la conferencia “Biogeografía evolutiva. Un enfoque integrativo”, se refirió a los enfoques biogeográficos que predominaron en la primera mitad del siglo XX.
Ante estudiantes y académicos reunidos en el Auditorio Carlos Graef, Amoxcalli, de la Facultad de Ciencias de la UNAM, Morrone recordó que en el texto publicado hace 150 años por Charles Darwin, se incluyen dos capítulos dedicados a esta disciplina, los únicos en toda obra escrita del naturalista inglés, precisó.
El más antiguo es el denominado dispersalismo, planteado por Darwin, en 1859, y por Alfredo Russel Wallace, en 1876, donde se asumen centros de origen a partir de los cuales surgen nuevas especies que se dispersan hacia otras áreas geográficas.
Otro enfoque es la sistemática filogenética, que propone estudiar las relaciones evolutivas entre los organismos para establecer líneas, similares a los árboles genealógicos, para encontrar similitudes y conocer cómo se han dispersado hacia zonas más lejanas.
Más adelante, se planteó una visión antagónica a la de Darwin y Wallace, que se llamó panbiogeografía, elaborada por León Croizat en 1958. Ésta esboza una vicarianza o separación de una población en dos partes, que evolucionan por separado hasta crear nuevas especies, continuó el biólogo.
Otro punto de vista fue la biogeografía cladística, donde se conjuntan las ideas de la sistemática filogenética con la panbiogeografía. Establecida en la década de los setenta, busca patrones y trabaja con la idea de vicarianza, pero con distribuciones diferentes en lugar de una.
En la conferencia, Juan José Morrone destacó que hoy están vigentes todos estos enfoques; sin embargo, afirmó que ya no deben predominar pequeños análisis que excluyen a los demás, sino aceptar la posibilidad de integrarlos.
Por esta razón, llamó a biogeógrafos cladistas, panbiogeógrafos, filogeógrafos y dispersalistas, a hacer un trabajo de síntesis, con el fin de crear una visión integral y más completa de la biogeografía.
El IV Coloquio Internacional sobre Darwinismo formó parte de las celebraciones por el Año de la Evolución, al cumplirse 200 años del nacimiento del científico Charles Darwin y 150 de la publicación de su libro El Origen de las Especies.