Cambio de Michoacán
23 de octubre de 2009
Redacción
Ciudad de México.- En el marco del XVIII Encuentro de Cómputo Infantil y Juvenil, los pequeños Luis Edgar Rosales Peñaflor, Jesús Andrés Tinajero Arteaga, Alejandro Cortés Fernández y Jorge Valente Herrera Quintero, del municipio de Ecuandureo, Michoacán, presentaron un modelo a escala de la planta procesadora de frutas que se sitúa en su comunidad y que es la principal fuente de trabajo de sus familias.
La participación de los michoacanos, forma parte del “Proyectos Micromundos” que lleva a cabo la Academia Mexicana de la Ciencia (AMC).
El modelo que presentaron es conformado por un diseño virtual en computadora mediante el que los niños explican el funcionamiento de la planta procesadora de frutas.
Juan Manuel Sánchez, coordinador del programa de cómputo para niños de la Academia Mexicana de la Ciencia (AMC) consideró que México será un país diferente cuando todos sus niños cuenten con la cultura de la computación, ya que ello permitirá formar investigadores y científicos con la capacidad de generar conocimiento a partir de las tecnologías de la información.
En ese sentido, el director general de bibliotecas de Conaculta, y en representación de la Biblioteca Vasconcelos, Federico Hernández Pacheco, precisó que durante el siglo XIX y XX la computación juega un papel fundamental en el desarrollo educativo de los niños de México y en ello radica la importancia de los eventos que son auspiciados por Casa Telmex y la Sociedad Mexicana de Computación en la Educación (Somece).
“Es indudable que la educación está estrechamente vinculada al desarrollo económico, la generación de empleos y en general al desarrollo nacional, y vincular la educación básica a la computación y todos los elementos que integran las tecnologías de la información, constituyen el motor que el país necesita en materia de desarrollo, innovación y competitividad”, dijo.
Los niños asistentes al encuentro, quienes mostraron sus proyectos de cómputo, estuvieron de acuerdo que gracias al programa Logo y al Taller Micromundos, aprendieron cómo funcionan las computadoras y que ellos mismos pueden enseñarles a hacer cosas divertidas, como videojuegos y animaciones.