Logran científicas de ucla e ipn avance sustancial en desarrollo de biocombustibles

Libertas
21 de enero de 2009

-Ingresa a la Academia Mexicana de Ciencias, la Profesora del Departamento de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo, de la Universidad de California (UCLA), Estados Unidos, Ann M. Hirsch
-La científica afirmó que como resultado de un proyecto de investigación que lleva a cabo con la investigadora del IPN y ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008, María Valdés Ramírez, se logró descubrir una bacteria fijadora de nitrógeno que juega un papel fundamental en el desarrollo de biocombustibles
-“La AMC ha querido forjar un lugar en los espacios de toma de decisiones y definición de las políticas públicas para el desarrollo de la actividad científica y tecnológica; es la voz que expresan el sentir y pensar de los más connotados investigadores de México”, aseguró el Director General del IPN, Enrique Villa Rivera

Al ingresar como miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), la profesora del Departamento de Biología Molecular, Celular y del Desarrollo, de la Universidad de California (UCLA), Estados Unidos, Ann M. Hirsch, afirmó que como resultado de un proyecto de investigación, que lleva a cabo conjuntamente con la científica del Instituto Politécnico Nacional y ganadora del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2008, María Valdés Ramírez, se logró descubrir una bacteria fijadora de nitrógeno que juega un papel fundamental en el desarrollo de biocombustibles.

En la ceremonia -que se efectuó en la Sala de Ex Directores Generales del IPN, en la Unidad Profesional “Adolfo López Mateos”-, la doctora Ann M. Hirsch dictó la conferencia: “Estudios de nuevas bacterias fijadoras de nitrógeno y su potencial como cultivos para biocombustibles”.

La investigadora norteamericana señaló que actualmente uno de los problemas a nivel mundial es la producción de combustibles eficientes que no provoquen daño al ambiente. De ahí la importancia de la investigación que desarrollan, en la que descubrieron una bacteria nueva denominada “Micromonospora L5”, que permite biodegradar subproductos agrícolas y forestales y producir biocombustible”.

Esta bacteria -explicó- además de fijar nitrógeno que es muy importante para todos los seres vivos en este planeta, es capaz de formar enzimas hidrolíticas y de esa manera puede biodegradar basura. “La acumulación de los desechos es uno de los grandes problemas del mundo y transformarla en biocombustible es la parte más importante”.

La doctora Ann M. Hirsch sostuvo que en este trabajo colaborativo de más de 20 años, se ha descubierto que la bacteria es capaz de degradar celulosa (la basura contiene grandes cantidades de celulosa) y pectina.

“Entonces -indicó- éstos son avances muy importantes; además fue aprobado un proyecto en el Departamento de Energía de Estados Unidos para hacer la secuenciación del genoma completo de esta bacteria, cuyos resultados determinarán aplicaciones en las áreas médica, agrícola y forestal”. Subrayó que esta bacteria es un paradigma y es la primera vez que se va a secuenciar el genoma de una micromonospora.

A su vez, la doctora María Valdés Ramírez aseguró que derivado de la investigación han realizado diversas publicaciones científicas y ha permitido que varios estudiantes de posgrado del IPN puedan colaborar en este proyecto de calidad internacional.

Subrayó que en los próximos años se incrementará la demanda de combustibles y los hidrocarburos deberán ser sustituidos por combustibles compatibles con el medio ambiente y ante esta situación esta investigación científica cobra importancia, toda vez que al tiempo que se generara biocombustible se atacaría un problema mundial como es el destino de la basura.

En su momento, el Director General del Instituto Politécnico Nacional, Enrique Villa Rivera, afirmó que este evento significa la posibilidad de estrechar aún más los lazos que unen a esta casa de estudios con la Academia Mexicana de Ciencias, instancia con que cuenta el país -que agrupa más de 2 mil académicos y cumple 50 años de haberse fundado-, para la difusión, apoyo y promoción de las ciencias en sus diferentes disciplinas.

“Hoy el IPN y la AMC unen esfuerzos para concretar el ingreso de la doctora Ann M. Hirsch como miembro correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias, por su brillante labor en la investigación y formación de nuevos científicos en este campo”, afirmó.

La Academia -dijo- es punto de enlace entre científicos de muy diversas áreas, bajo el principio de que la ciencia, la tecnología y la educación son herramientas fundamentales para construir una cultura que permita el desarrollo de las naciones. “La AMC ha querido forjar un lugar en los espacios de toma de decisiones y definición de las políticas públicas para el desarrollo de la actividad científica y tecnológica en nuestro país; es la voz que expresan el sentir y pensar de los más connotados investigadores de nuestro país”, acotó.

Villa Rivera aseguró que la doctora Ann M. Hirsch ha sido una mujer sobresaliente en los campos de la biología de plantas, la biología molecular y la microbiología; “sin lugar a dudas el estudio de la fijación biológica de nitrógeno debe a esta científica importantes avances. Su desempeño exitoso se extiende al ámbito de la docencia en la que ha formado a numerosos doctores en ciencias; es un ejemplo a seguir por las demás generaciones que han tenido la fortuna de tenerla como profesora”.

Comentó que la doctora Ann M. Hirsch -quien es amante de la ópera y de las más diversas manifestaciones artísticas- tiene una amplia historia de colaboración, particularmente con el Instituto Politécnico Nacional, donde ha impulsado un pequeño pero importante grupo de investigadores, como es el caso de la doctora María Valdés Ramírez.

A su vez, la Presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, Rosaura Ruiz Gutiérrez, abordó el tema de los recursos destinados a la ciencia y tecnología en México y precisó que en este año se destinó como parte del presupuesto federal un porcentaje de 0.33 por ciento del Producto Interno Bruto.

La doctora Ann M. Hirsch es reconocida mundialmente por sus trabajos en la interacción molecular planta-microorganismo. Obtuvo su doctorado en la Universidad de California-Berkeley y el posdoctorado en la Universidad de Harvard.

Esta científica ha colaborado con la doctora María Valdés en el estudio de actinomicetos fijadores de nitrógeno nativos de México. Para ello han obtenido fondos de diversas instituciones con los cuales se realizaron intercambio de dos estudiantes de doctorado (Bettina M. Niner, de la Universidad de UCLA y Nestor Pérez, del IPN).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Notice: ob_end_flush(): failed to send buffer of zlib output compression (0) in /home/amcedu29/public_html/comunicacion/wordpress2019/wp-includes/functions.php on line 5373