Cambio de Michoacán
11 de enero de 2006
Redacción
«Hace unos meses llegó hasta mi laboratorio un músico ruso de la Orquesta Sinfónica Nacional de México con un violín de hace más de 300 años, fabricado con una madera muy especial de árboles que crecen sólo en el norte de Rusia. Desafortunadamente, el instrumento había sido invadido por una plaga que lo estaba deteriorando.
«Me pidió que le ayudara a eliminar esa plaga a través de la técnica de irradiación nuclear, dado que ésta había sobrevivido a insecticidas y no se le podía aplicar ningún líquido por lo delicado de la madera. Hicimos varias pruebas de laboratorio antes de someter el violín a la irradiación y, finalmente unos días después, logramos esterilizar el instrumento».
Así relata Epifanio Cruz Zaragoza, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una de las experiencias que ha tenido en la Unidad de Irradiación y Seguridad Radiológica, de la cual es coordinador y donde actualmente desarrolla el estudio Alimentos irradiados. Potencial tecnológico, que se encuentra en la lista de Casos de í‰xito de la Ciencia Mexicana, elaborada por la Academia Mexicana de Ciencias.
Cruz Zaragoza comenta que con la infraestructura actual de ese instituto y el conocimiento generado hasta el momento, se puede esterilizar desde un instrumento musical, pintura o un libro antiguo, hasta accesorios cosméticos o productos agrícolas y lácteos.
El científico universitario explicó que actualmente en la unidad a su cargo se le da servicio y asesoría a 57 empresas privadas de áreas farmacéuticas, de alimentos, cosmética y calzado, por mencionar algunas que a lo largo de los últimos años han encontrado en este instituto un aliado para mejorar la calidad, tiempo de anaquel y seguridad de sus productos.
El especialista de la UNAM consideró que proyectos científicos de este tipo, y en específico los concernientes al ramo alimentario, deberían ser considerados como una prioridad nacional, dado que con esta tecnología se puede aumentar la conservación de alimentos perecederos por varias semanas o meses.
Explicó que comestibles como frutas, verduras, cárnicos, derivados de lácteos y otros productos como los vinos, al ser sometidos a esta tecnología optimizan su calidad, sin ningún riesgo para la salud, además de conservar todos sus nutrientes.
Con esta tecnología a gran escala, dijo, se evitarían pérdidas millonarias por la descomposición prematura de víveres en México, sobre todo, en las bodegas o los restaurantes, que se calcula es del 25 por ciento del total que almacenan, con lo cual se podría resolver en gran parte el problema de escasez de alimentos que sufre 50 por ciento de la población mexicana.
El científico hizo énfasis en que este proceso de sanidad y esterilización inhibe la germinación y permite el almacenamiento a largo plazo sin necesidad de fumigantes, elimina insectos y larvas, destruye parásitos, y retrasa el proceso de maduración de frutas, por lo que alimentos irradiados también podrían utilizarse para ser enviados a zonas que hayan sufrido algún tipo de desastre natural, como sucedió el año pasado en Chiapas y Quintana Roo.
Incluso, Cruz Zaragoza afirmó que con esta tecnología se podría evitar la llegada a México de algunas plagas que viajan con los productos agrícolas de importación, dado que un buen porcentaje de esos alimentos o semillas no son esterilizados en su lugar de origen. | Ricardo Cerón Plata | Academia Mexicana de Ciencias | www.amc.unam.mx