Investigación y desarrollo
26 de junio de 2007
Eduardo González
Agua, transporte, medio ambiente, población creciente y seguridad son parte de los retos de la ciudad de México, y a partir de este año se busca que en su resolución contribuyan miembros de la comunidad científica y tecnológica.
A partir de enero de este año entró en funcionamiento el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal (ICyTDF), que dirige la doctora Esther Orozco Orozco reconocida en 1997 con la Medalla Pasteur, otorgada por el Instituto Luis Pasteur de Francia y la UNESCO.
Los objetivos de esta nueva dependencia son, entre otros, el proponer soluciones científicas y tecnológicas a los problemas de la urbe, fungiendo como enlace entre la comunidad de estos ramos y los sectores público y privado, comentó en entrevista la también integrante de la Academia Mexicana de Ciencias.
La vinculación, mencionó Esther Orozco, será una importante vía en el actuar de la entidad, ya que el Instituto no dispondrá de laboratorios u otra infraestructura de investigación propia, sino que empleará la ya disponible, y entre ellas destaca la de las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) , Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y el Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav). A esa capacidad material se suma la referente a recursos humanos altamente capacitados y especializados, pues el Distrito Federal concentra cerca del 50 por ciento de los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Asimismo, expresó su optimismo sobre el futuro del ICyTDF. «La acogida por parte de la comunidad científica ha sido excelente, esperaban de tiempo atrás un esfuerzo de este tipo. En la iniciativa privada encontramos también buena respuesta, tenemos contacto con diversas cámaras empresariales que con el tiempo iremos fortaleciendo. También contamos con la apertura y colaboración de las secretarías y dependencias que conforman el gobierno local y un apoyo resuelto del jefe de gobierno»
Ante la pregunta de si en verdad se considerará a los científicos y tecnólogos en la solución de los problemas citadinos, no dudó en responder: «tendrán que hacerlo, para ello está el Instituto, las necesidades tecnológicas de cada Secretaría ya no se definirán en sus departamentos de compra. Nosotros turnaremos a expertos de universidades y centros de investigación las propuestas para tomar mejores decisiones, por ejemplo, si hay que comprar autobuses híbridos recurriremos a ellos para preguntar cuáles modelos son la solución tecnológica más apropiada para la ciudad».
EI ICyTDF estructura sus actividades en tres agendas, una científica, otra tecnológica y la de socialización de la ciencia. Respecto a la primera, abarca ocho grandes temas que son salud, tecnologías en genómica, bioinformática y nanotecnología, aplicaciones biotecnológicas, telemática e informática, sismicidad, dinámica atmosférica, biodiversidad, investigaciones en arqueología, etnologia, y por último criminología.
En tecnología, la agenda establece siete líneas de investigación con sus respectivos subtemas, y son agua, desechos sólidos, energía, medio ambiente, transporte, infraestructura y comunicaciones.
A menara de ejemplo la doctora Orozco Orozco refirió que en el apartado enfocado al recurso hídrico existe un subtema relativo al drenaje profundo, y el Cinvestav ya hizo una primera propuesta para implementar un sistema de monitoreo. También recibieron proyectos enfocados al aprovechamiento del agua de lluvia, reabastecimienlo de mantos freáticos, y uno sobre distribución del recurso que abarca desde aspectos de ingeniería a selección de tuberías, materiales y fuentes alternas de obtención.
«Traer y distribuir agua no es sólo un problema técnico, su bombeo demanda mucha electricidad, así adquiere una dimensión energética, pero además económica. La suma de estos factores afectaría competitividad de la ciudad. Necesitamos entonces convoca distintas disciplinas del conocimiento para resolver integralmente problemas como los del agua, y esa es nuestra tarea».
En este punto recalcó la importante participación de los empresarios ya que este sector cuenta con la capacidad de hacer posible las propuestas de los investigadores a través de esquemas de transferencia tecnológica.
Respecto al Sistema de Transporte Colectivo Metro, destacó Orozco Orozco, existe un plan destinado a ampliar su rango de acción y convertirlo en un espacio de formación de recursos altamente capacitados, además de dotarlo de laboratorios de ingeniería, acción en la que participaran la Secretaría del ramo e instituciones de educación superior. Igualmente se desea convertir a la red de túneles del Metro en la columna vertebral del proyecto de supercarretera de fibra óptica, actualmente en evaluación y en el que participan la UAM, UNAM e IPN.
La agenda tecnológica busca en el apartado de salud modernizar la infraestructura hospitalaria y ofrecer servicios que, por ejemplo, permitan a las personas que habitan en zonas lejanas y marginadas tener acceso a servicios médicos sin necesidad de desplazarse, concepto conocido como telemedicina.
Sobre el tema del financiamiento, el presupuesto durante este primer año de operación del Instituto será de 100 millones de pesos, de ellos el 20 por ciento está destinado a salarios y gastos de operación, el resto «si bien es insuficiente para soportar la totalidad de proyectos como los expuestos», será empleado en acciones de investigación, aunque esperan obtener también financiamiento de las secretarias involucradas en cada una de los ejes de la agenda tecnológica y científica, y el concurso de la iniciativa privada.
Anunció que está por firmar un convenio con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para obtener financiamiento bajo la modalidad de Fondos Mixtos (inversión conjunta que realiza el Consejo con cada entidad federativa, destinada a proyectos de ciencia y tecnología, y en el que por cada peso que otorga la federación la entidad destina otro). «EIDF ofreció 50 millones de pesos para que valiera la pena. Ellos respondieron que estaban en la posibilidad de otorgar sólo 15 millones de pesos», por lo que la bolsa conjunta será de 30 millones para este fondo.
La socialización de la ciencia es la tercera agenda del·Instituto y busca que el conocimiento se difunda a la población de todos los niveles, Orozco Orozco consideró que una sociedad informada en temas científicos y tecnológicos es capaz de cuestionar y proponer mejoras a su realidad cotidiana, además entenderá de qué manera el conocimiento resuelve no únicamente problemas locales, sino los de un país. En esta área recientemente inició el programa La ciencia en las Calles.