Reforma
21 de septiembre de 2005
Por Diana Saavedra
El Premio Nobel de Química se reúne hoy con jóvenes mexicanos
El científico inglés Harold Kroto (Reino Unido, 1939), Premio Nobel de Química 1996, recomienda a los jóvenes investigadores ejercitar la creatividad para desarrollar nuevas tecnologías que permitan sobrevivir en el siguiente siglo.
«Los niños que juegan con la ciencia son nuestra única esperanza», puntualizó Kroto. «Se requieren nuevas formas de energía, nuevos y más eficientes materiales, incluso artefactos reciclables y nuevas soluciones moleculares aplicables, como medicinas».
El experto, quien se reúne hoy con jóvenes investigadores en la Academia Mexicana de Ciencias y después con estudiantes de la UNAM en el Museo Universum, consideró que la mejor aportación puede surgir de las ciencias basadas en la química, especialmente en áreas como nuevos materiales, química biológica y física molecular.
Entrevistado vía correo electrónico, el especialista puso énfasis en que la mejor contribución que los investigadores pueden hacer a su país es ser creativos e imaginativos.
«Necesitamos ser más imaginativos para crear nuevas tecnologías y sobrevivir en el siguiente siglo.
«Si el futuro está en las manos de todos, es las manos de los químicos donde se debe apostar, y ellos deben concientizarse de que pueden realizar contribuciones a la humanidad que pueden cambiar la forma en que vivimos», agregó.
El investigador del departamento de Química y Bioquímica de la Universidad de Florida, quien recibió el Nobel de Química por su contribución al descubrimiento de los fullerenos, una nueva forma de molécula de carbono similar a un balón de futbol, consideró que los científicos mexicanos son muy buenos y podrían ser mejores si México ve a la ciencia como una prioridad.
Entre sus labores de divulgación científica se incluye un taller interactivo en el que explica, de forma sencilla y divertida, en qué consiste un fullereno, es decir, una esfera formada por 60 átomos de carbono, útil en el desarrollo de nuevos materiales.
Kroto expresó su deseo de volver a colaborar en algún proyecto sustentable con los mexicanos Humberto y Mauricio Terrones, del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICyT), con quienes ha trabajado en el área de las nanociencias.
Junto con los también Premio Nobel, el holandés Paul Crutzen y el polaco Andrew Schally, así como el mexicano Ricardo Miledi, Premio Príncipe de Asturias 1999, se reúne hoy con los ganadores del Premio de Investigación de la Academia Mexicana de Ciencias correspondiente al 2003 y al 2004, para compartir parte de su experiencia y trabajo.
La ceremonia se realizará en la Unidad de Seminarios de las instalaciones de la AMC, a las 10:00 horas.
Schally, Nobel de Medicina 1977, fue uno de los primeros investigadores que formularon las hipótesis de la existencia de determinados agentes humorales que conectan el hipotálamo con la hipófisis, a través de redes capilares, y regulan la descarga de sus hormonas.
Crutzen, Nobel de Química 1995, compartió tal distinción con el estadounidense Sherwood Rowland y el mexicano Mario Molina por su trabajo conjunto en la química atmosférica, especialmente en lo que concierne al campo de la formación y descomposición del ozono.