Cambio de Michoacán
21 de junio de 2005
Nora Martínez
La falta de apoyo económico en la investigación científica, la concentración de los investigadores en la zona metropolitana, así como la carencia de investigadores jóvenes, son algunas de las principales problemáticas del desarrollo científico en el país, señaló Alberto Kent Oyama, investigador de la Coordinación de Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante la ponencia Importancia de la ciencia y la tecnología: retos y acciones, en el marco de las Jornadas de Divulgación del Quehacer Científico y Tecnológico, promovidas por el Congreso del Estado, el Coecyt y el gobierno del estado.
El investigador puntualizó que en México se considera que la institucionalización de la ciencia fue a principios del siglo XX, con la creación de la Universidad de México en 1910, y con los tres primeros institutos de investigación, el de Astronomía, Biología y de Geología. Posteriormente en 1939 se creó la Facultad de Ciencias de la UNAM, en 1959 la constitución de la Academia Mexicana de las Ciencias con el nombre de Academia de Investigación Científica, en 1970 la creación del Conacyt, en 1984 el Sistema Nacional de Investigadores, posteriormente se crea la nueva Ley de Ciencia y Tecnología en el 2002 y para el 2003 ya existen mil 539 instituciones privadas de educación superior.
Comentó que de acuerdo a estadísticas, en 1990 el Sistema Nacional de Investigadores contaba con cinco mil 700 miembros, actualmente la cifra casi se duplicó con once mil. Sin embargo señaló que existe una concentración de investigadores muy marcada en el área metropolitana, siendo en la Ciudad de México y Morelos las que cuentan con el mayor número y Guerrero, Chihuahua, Durango y Oaxaca los que menos tienen, Michoacán se encuentra en un nivel intermedio.
Kent Oyama señaló que un grave problema que se enfrenta en el ámbito de la investigación tecnológica es que existen pocos miembros jóvenes que ingresan al Sistema Nacional de Investigadores. Advirtió de la necesidad de que «la promoción y el desarrollo de la ciencia tiene que ser más enfocado a un plan nacional y no seguir concentrados en la Ciudad de México».
Aseguró que a pesar de que existe un incremento en el presupuesto destinado a la investigación científica, no es el necesario para el desarrollo de la investigación. Comentó que la inversión en ciencia y tecnología que México hace respecto al Producto Interno Bruto (PIB) es de menos de 0.5 por ciento, comparada con países como Suecia con casi 4.27 por ciento de su producto; Japón, 3.12 por ciento, o España 1.03 por ciento, ante lo que reiteró la importancia de generar políticas para realmente revertir esta situación que es «sumamente grave».
Otros de los datos que proporcionó durante la ponencia fueron el número de investigadores por cada mil integrantes de la Población Económicamente Activa en Estados Unidos, 8.89 investigadores por cada mil integrantes, España, cinco; Argentina, 1.6, y México por debajo de .74 por cada mil habitantes.
Entre las principales conclusiones, Alberto Kent comentó que un grave problema en la investigación científica es que los fondos que tienen las universidades pública no alcanzan para contratar más gente, por lo que manifestó es necesario fortalecer las universidades públicas de los estados fundamentalmente, «que tengan todos los incipientes para su fortalecimiento, así como mejorar la repercusión de la ciencia en el país en todos sus aspectos y aprovechar al máximo los recursos que anualmente se gastan para este rubro», dijo.