REFLEXIONES, PROPUESTAS Y MUCHAS TAREAS AL CONCLUIR FORO SOBRE CAMBIO CLIMÁTICO EN EL SENADO

Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/140/14
México, D.F., 22 de abril de 2014

  • El cambio climático es la mayor amenaza que con mayor certeza enfrentan el género humano y toda la vida en la Tierra en este siglo
  • Aunque es cierto que la situación ambiental a la que se enfrentan los habitantes del mundo es grave, también lo es que hay opciones para mitigar y adaptarse al cambio climático, dicen expertos
  • Proponen la elaboración de un reporte mexicano sobre cambio climático similar a los del IPCC para nutrir la toma de decisiones con fundamento científico
Cecilia Conde, José Franco, Alejandro Tello, Leonardo Curzio y Silvia Garza durante la mesa en la que se presentaron algunas conclusiones de la reunión Cambio Climático: Riesgos, Adaptación y Mitigación, celebrada ayer en el Senado de la República.
Cecilia Conde, José Franco, Alejandro Tello, Leonardo Curzio y Silvia Garza durante la mesa en la que se presentaron algunas conclusiones de la reunión Cambio Climático: Riesgos, Adaptación y Mitigación, celebrada ayer en el Senado de la República.
Foto: Elizabeth Ruiz Jaimes/AMC.
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Las conclusiones de los recientemente publicados reportes de los tres Grupos de Trabajo del IPPC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático) indican que el cambio climático es la mayor amenaza que con mayor certeza enfrenta el género humano y toda la vida en la Tierra en este siglo, dijo Blanca Mendoza del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Y más grave aún –agregó la científica en la mesa de discusión con la que finalizó el foro Cambio Climático: Riesgos, Adaptación y Mitigación, celebrado ayer en el Senado de la República– es que no se va a eliminar sino que continuará durante los próximos siglos, según lo muestran los modelos y proyecciones científicas, los cuales, a pesar de las incertidumbres y la insuficiencia en la cantidad y calidad de los datos que utilizan, ofrecen un panorama general de lo que ocurrirá en el futuro.

En el mismo sentido, Cecilia Conde, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, comentó que en el documento del Grupo de Trabajo II del IPCC, no se reportan impactos observados al cambio climático para México. “No hay información porque hace falta ciencia que indique en dónde ha cambiado el clima en el país, qué regiones de México se han calentado más y en cuáles ya cambió el patrón de lluvias. Lo que tenemos por ahora son estudios aislados”.

Agregó que a México le irá muy mal si la temperatura promedio del planeta llega a los 2°C fijados a nivel internacional, por lo cual, planteó la necesidad de acelerar la negociación internacional para que globalmente no se llegue a esa cifra.

Con la misma idea, Carlos Gay, investigador del mismo Centro, comentó que nuestro país actualmente emite alrededor del 2% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo cual implica que sus emisiones se han incrementado en un 30% desde el 2007, año en el que representaban el 1.5% mundial. “Esto sigue siendo muy poco –explicó-, de hecho, si México dejara de emitir aún se generaría en el resto del planeta el 98%, lo cual conduciría inevitablemente a un calentamiento en las temperaturas del planeta”.

Con base en lo anterior, el doctor en astrogeofísica dijo que, en su opinión, deberían de priorizarse las medidas de adaptación pues, “no podremos controlar el 98% restante de las emisiones de los demás países, pero podemos controlar hasta donde sea posible las acciones de adaptación, la cual podría estar financiada con los recursos que se recabarían de las medidas de mitigación”.

No todo son malas noticias

En su intervención en dicho panel de conclusiones y perspectivas, Patricia Romero-Lankao, del National Center for Atmospheric Research, sostuvo que aunque es cierto que la situación ambiental a la que se enfrentan los habitantes del mundo es grave, también lo es que hay opciones para mitigar y adaptarse al cambio climático, varias de las cuales ya se llevan a cabo.

De hecho, afirmó, si en algo es distinto el reporte del Grupo II del IPCC, que aborda impactos, vulnerabilidad y adaptación, es que se conjuntaron las ciencias sociales con las naturales “no solamente para entender físicamente cómo funciona nuestro clima, sino también para entender la naturaleza humana, cómo percibimos el riesgo para entender que tenemos sectores poderosos, sociedades civiles organizadas, y mecanismos de participación para exigir a los tomadores de decisión cuentas”.

La científica expresó que se tiene una ventana (de oportunidad) “que se nos está cerrando, pero nuestra labor como especialistas es encontrar opciones y evaluarlas para empoderar a los tomadores de decisiones”.

Sobre este punto, Cecilia Conde recordó que México tiene una ley y una estrategia de cambio climático y que en mayo próximo se publicará el Programa Especial de Cambio Climático con indicadores. “Ya no será más una lista de buenos propósitos para bajar emisiones o para adaptarnos, sino que tendrá indicadores, que serán públicos y que se podrán revisar y corregir cada 2 años, y no será asunto solo de la Secretaría del Medio Ambiente, también lo será de otras 13 secretarías de Estado.

“Es muy importante esta relación entre ciencia y política porque tenemos poco tiempo para mitigar y adaptarnos, y porque hay costos y barreras que sobrepasar, como son los choques de intereses. Para eso se necesita política que esté basada en el mejor conocimiento disponible”.

Amparo Martínez, directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, apuntó en una participación previa a las conclusiones, que el Programa de Investigación en Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México propone hacer un reporte mexicano, parecido a los del IPCC, que incluirá las tres dimensiones básicas: impactos, vulnerabilidad y adaptación, con aspectos de mitigación con el objetivo de tener una ciencia política relevante para tomar decisiones y una política sustentada en la mejor ciencia disponible. No obstante, “este proyecto estaría incompleto sin la participación clara de la parte gubernamental”, subrayó.

Respecto al papel IPCC, Roberto Sánchez, del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte, dijo que éste debe ser un referente para los legisladores que al mismo tiempo tome en cuenta al individuo, ya que las decisiones en su vida cotidiana pueden contribuir a la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, tal y como ocurre cuando una persona decide qué automóvil comprar.

El investigador, que formó parte del Grupo de Trabajo II para la integración del quinto reporte del IPCC, subrayó que la tarea de las ciencias sociales va más allá de hacer comprensible la ciencia del cambio climático, y destacó que el carácter interdisciplinario de este reporte permitió a los investigadores trabajar con los conceptos de riesgo y vulnerabilidad.

Alejandra Monsiváis Molina, Noemí Rodríguez González y Miriam M. Gómez Mancera.


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