La Jornada
08 de abril de 2014
Emir Olivares Alonso
La tala de bosques ha transformado el clima en el DF
Los pronósticos indican que 2014 podría ser uno de los años más calurosos en tres décadas en el país debido al fenómeno de El Niño, aseveró Víctor Magaña Rueda, investigador del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considerado uno de los principales especialistas en temas atmosféricos a escala nacional.
El académico planteó que esto traería temperaturas anómalamente elevadas, que podrían significar deficientes lluvias de verano y varios niveles de sequía. Sin embargo, detalló que no se puede conocer la intensidad con la que se presentará ese efecto de calor.
El Niño es un fenómeno meteorológico que modifica la temperatura de las aguas del Pacífico del este, alterando casi todos los patrones de circulación de corrientes en el mundo. Este efecto es diferente en cada lugar, para algunas regiones representa lluvias, y para otras menos nubes, más horas de radiación solar y de temperaturas elevadas. A México le corresponde –con zonas de excepción– este segundo escenario, siendo centro y sur del territorio nacional las que tienden a ser más secas.
“La última vez que tuvimos un evento de El Niño muy intenso fue en 1997, que fue caluroso, y 1998, que resultó extremadamente caluroso; se les recuerda como los veranos más calientes hasta ahora”, explicó.
Agregó que las estimaciones climáticas muestran que el próximo verano podría ser uno de los más calurosos en territorio nacional de los pasados 30 años.
En este momento los pronósticos indican que vamos a entrar en esa condición, y que nos llevará a tener temperaturas elevadas que podrían significar deficientes lluvias de verano en ciertas regiones del país y ocasionar diferentes niveles de sequía.
En la ciudad de México, por ejemplo, la gama de temperatura de las cuatro décadas recientes es de 18 a 29 grados centígrados, aunque se han presentado en tres ocasiones registros de entre 32 y 33 grados debido a este fenómeno y a la urbanización, e incluso en zonas como el aeropuerto capitalino se han alcanzando hasta 35 grados.
De acuerdo con información difundida por la Academia Mexicana de Ciencias, un factor que alterna el clima es el uso del suelo, y la figura más clara y tradicional de explicarlo es la tala de bosques.
“La ciudad de México es otro ejemplo de transformación en el clima por su urbanización, pues termina siendo lo que se llama ‘isla de calor’ al verse alterados los patrones de lluvia, y mucho de esto está sucediendo en otras ciudades del país, que son de tamaño medio y aspiran a ser grandes en términos de extensión”, concluyó el académico.