El Economista
12 de febrero de 2014
Redacción
José Ramón Cossío Díaz, actual ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) desde 1994, se convirtió ayer en el integrante 93 en la historia de El Colegio Nacional.
Para el doctor en Derecho Constitucional, el ingreso representa su mayor satisfacción académica por la importancia que tiene El Colegio Nacional en la historia del país. “Ingresar a El Colegio (Nacional) ha sido una enorme alegría por una parte y, por otra, es una renovación de compromisos para seguir construyendo conocimiento jurídico y difundirlo, que son las tareas más importantes que el estatuto impone a sus miembros”, dijo.
Aseguró que su elección para ingresar a El Colegio Nacional se debe a que es un académico. “Yo no creo que me hayan invitado como Ministro (de la SCJN), me invitaron como académico, porque como dice el maestro Fix Zamudio: ‘Los académicos somos como los militares y como otras personas que tenemos una posición desde la cual vemos el mundo’. En cinco años dejaré de ser Ministro y me moriré académico porque eso es a mí lo que me gusta y estaré en mi universidad dando clases como lo hago ahora”, externó.
Su experiencia como académico le han permitido a él y a la SCJN tener una visión más amplia para enfrentar los nuevos desafíos, ya que no se puede simplemente ser reactivos a los problemas. “Los abogados debemos tener conocimientos generales y diálogo con otras profesiones para entender que el problema al que nos estamos enfrentando en muchas ocasiones no es jurídico y no pasa solamente por una solución jurídica.
“Me parece que una Judicatura que quiere incidir en los problemas reales de una sociedad no se puede quedar atrapada simplemente en los conceptos normativos, sino en la comprensión de aquello para lo cual está generando soluciones o normas jurídicas, para que de verdad sean soluciones”, comentó.
SUEÑO CUMPLIDO
Desde adolescente, Cossío Díaz se sintió atraído por la personalidad y obra de algunos integrantes de El Colegio Nacional, como el caso del doctor Ignacio Chávez Sánchez, fundador y primer Director del Instituto Nacional de Cardiología; Daniel Cosío Villegas, a quien se le considera el más importante historiador y crítico de la Constitución de 1857, así como por el novelista Mariano Azuela.
Agregó que cuando conoció al doctor Héctor Fix Zamudio, su maestro en Derecho, y se enteró de que era miembro de dicha institución, le provocó desde entonces una enorme ilusión personal poder estar en El Colegio (Nacional). “Tener como compañeros a sus miembros, poder reunirme y hablar con ellos, me parecía increíble, (…) se dieron las posibilidades y ahí me tienen ahora”, confesó.