Antimio Cruz
El Universal
México está entre los 84 países que respaldan la iniciativa; la Academia de Ciencias teme que la decisión se traduzca en una ley que impida la investigación con células madre
Miércoles 09 de marzo de 2005.- La Asamblea General de la ONU aprobó ayer, con el respaldo de 84 países, entre éstos México, una declaración que pide a sus miembros prohibir cualquier tipo de clonación humana, sin distinguir si ésta persigue fines reproductivos o terapéuticos.
El texto, que fue propuesto por Honduras, con el respaldo de Estados Unidos, había sido aprobado en la comisión legal de la ONU en febrero, y finalmente fue ratificado con 84 votos a favor, 34 en contra y 37 abstenciones.
La declaración no tiene carácter vinculatorio, es decir que desde el punto de vista legal no es obligatorio adoptarla, pero la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) consideró que es una medida que deja «arrinconada» y «pasmada» a un área de enorme potencial para la salud: los estudios biomédicos con células madre.
«El avance científico de los países que rechazaron la prohibición, como Inglaterra, Bélgica y China, va a ser a pasos agigantados, mientras que nosotros nos quedaremos estancados», comentó en entrevista el presidente de la AMC, Octavio Paredes.
El sentido del voto mexicano se modificó diametralmente en los últimos cuatro meses, pues en octubre de 2004 había manifestado su respaldo a una posición intermedia, que prohibiera la clonación para engendrar niños (reproductiva) pero permitiera aquella que sirve para obtener células madre que curen males degenerativos (terapéutica). El voto que emitió ayer México prohíbe ambos tipos de experimentación.
«Desafortunadamente, al interior del gobierno mexicano han pesado más los argumentos ideológicos que los científicos y técnicos para definir la postura del país», añade Paredes.
Este martes, la AMC, el Colegio de Bioética y el Foro Consultivo de Ciencia y Tecnología, que juntos agrupan a más de 5 mil científicos, publicaron un desplegado en el que pedían al gobierno reconsiderar su posición antes de emitir su voto ante la ONU.
El desplegado fue firmado por científicos como Ruy Pérez Tamayo, José Luis Fernández Zayas, Rubén Lisker, Ricardo Tapia, Luis Covarrubias y el propio Octavio Paredes, todos considerados como autoridades en la bioética y biotecnología.
«Los países que se opongan a este desarrollo quedarán marginados del progreso científico en este campo y de los extraordinarios beneficios que podrían derivarse del mismo para millones de personas», señalaba el desplegado.
En la Cámara de Diputados, el secretario de la Comisión de Ciencia y Tecnología, el perredista Omar Ortega, intentó promover un punto de acuerdo de «urgencia y obvia resolución» para pedir a la cancillería suspender o cambiar su voto sobre el tema de la clonación.
El punto de acuerdo no pudo ser leído en la tribuna de la Cámara de Diputados antes de que concluyera la votación en Nueva York.
«Queríamos pedir al gobierno que reconsiderara su posición, que es evidentemente oscurantista y únicamente representa el punto de vista del PAN y no el de todos los partidos. Sin embargo, la subsecretaria para Asuntos Multilaterales, Patricia Olamendi, ya nos había dicho que no pensaban cambiar su votación», detalló Ortega en entrevista.
«Lo que más nos preocupa a los legisladores es que esta declaratoria, que no es obligatoria, sirva como argumento para que en los próximos meses se promueva en México alguna ley que reproduzca el espíritu de la declaración de la ONU y prohiba todo tipo de clonación en México», añadió el legislador del PRD.
Actualmente en México no existe una ley que se refiera específicamene a regular la clonación humana, aunque está prohibida la clonación reproductiva poque la Ley General de Salud protege al embrión desde su concepción.
«A la Academia, como a los legisladores, nos preocupa la indefinición que hay en el marco legal de nuestro país. Eso ha detenido el crecimiento de esta área en la que tenemos enorme potencial. Por eso trataremos de sensibilizar más al gobierno sobre los beneficios de la clonación terapéutica porque si se aprueba una legislación que la prohíba no sólo se inhibirá este campo de estudio sino que se estará acelerando en reversa», concluye el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias. (Con información de Reuters).
Cambio de postura Aunque México siempre ha rechazado la clonación reproductiva, la posición sobre clonación de embriones humanos con fines terapéuticos ha sido ambigua, como lo demuestran resoluciones adoptadas en los últimos dos años: 3 de diciembre 2003: La Cámara de Diputados crea el Instituto Nacional de Medicina Genómica y añade el artículo 7 bis a la Ley de los Institutos Nacionales de Salud (INS) para prohibir la clonación terapéutica y manejo de células madre.