Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/418/13
México, D.F., 25 de noviembre de 2013
- Decide el galardonado donar la parte económica del premio a instituciones públicas de salud
- El reconocimiento que lleva el nombre del Ingeniero Castillo es para una persona que conjuga aportaciones en el campo científico con un compromiso social: René Drucker
- Destaca la presidenta de la Fundación Heberto Castillo el papel de De la Fuente como rector de la UNAM
- Miguel Ángel Mancera (derecha) al momento de entregar la medalla y el diploma a Juan Ramón de la Fuente. Los acompañan Javier Jiménez Espriú (izquierda) y René Drucker Colín.
Foto: Gabriela de la Rosa/AMC.
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El doctor Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y ex presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), recibió de manos del jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, el Premio Heberto Castillo 2013, distinción que otorga la Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal (SECITI), por sus aportaciones científicas en el campo de la salud mental y por el apoyo para el fortalecimiento de las instituciones científicas.
“La Secretaría tiene la tarea de conducirnos hacia el conocimiento, y la Ciudad de México sabe reconocer a quien ayuda a la ciudad”, dijo Mancera en su intervención durante la ceremonia de premiación celebrada ante una concurrida asistencia conformada por funcionarios del gobierno capitalino, senadores, diputados, así como representantes del medio académico, cultural y deportivo local.
Recordó que el premio, que consistió en una medalla de oro, un diploma y 500 mil pesos, es desde el 2007 un aliciente para aquellos que desarrollan el conocimiento para ayudar a la ciudad capital. “Juan Ramón es un ejemplo claro de un académico puntual, de un hombre de pensamiento claro y palabra firme”.
Después de seis años de concederse este premio bajo una modalidad que reconocía a varios científicos, tecnólogos e innovadores en diversas áreas del conocimiento y también hacía una distinción entre menores y mayores de 45 años, en esta ocasión este Premio -el primero que otorga la actual administración del Distrito Federal-, modificó los lineamientos de la convocatoria para su concesión.
“La estrategia de entregar el premio a científicos de disciplinas diferentes es una estrategia que trivializa el reconocimiento, no le hace justicia a la persona que se quiere honrar y su significado pierde fuerza e importancia. Por esta razón, la Secretaria de Ciencia, Tecnología e Innovación del Distrito Federal ha continuado con la práctica de otorgar el premio Heberto Castillo cada año, pero con la variante de adjudicárselo a una sola persona”, explico el doctor René Drucker Colín, titular de la SECITI.
Drucker Colín, también ex presidente de la AMC precisó que la distinción es para una persona cuya contribución científica sea conocida y reconocida a nivel nacional e internacional, pero que también sea alguien que se involucre en los asuntos de la nación. “De esta forma podríamos hacer que el premio se convierta en un importante símbolo para la Ciudad de México y siempre se otorgue a alguien cuya calidad científica sea indiscutible, pero también, sea un individuo a quien no sólo le preocupen, sino también se ocupe de problemáticas políticas y sociales del país”.
Antes de recibir el reconocimiento, De la Fuente explicó que haría con el estímulo económico: “Mis hijos y yo decidimos hacer dos donativos: uno para apoyar a los enfermos mentales del Instituto Nacional de Psiquiaría y otro para ayudar al hospital general de Iztapalapa de la Secretaría de Salud del Distrito Federal”.
El galardonado habló sobre el orgullo de recibir un premio que lleva el nombre de un mexicano ilustre y recordó dos principios con los que se conducía Heberto Castillo, uno era el principio ético, entendido como la capacidad de reivindicar los valores olvidados, la libertad y la justicia, un binomio inseparable; y el principio histórico, que se refiere a lo que puede unificar al país, no bajo una persona o una ideología sino bajo la fidelidad a las corrientes que hablan sobre los legítimos anhelos de la gente, pues se trata de escuchar al pueblo.
Por su parte, María Teresa Juárez Carranza, presidenta de la Fundación Heberto Castillo, expresó que en esta entrega se reconoce, por una parte, la memoria del ingeniero Castillo y por otro -refiriéndose a De la Fuente- se honra a uno de los hombres más carismáticos del siglo, quien restauró el prestigio de rector de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Recalcó que el galardón puede considerarse como uno de los más importantes a nivel nacional y dijo que es necesario que se continúen reconociendo las aportaciones académicas y científicas en beneficio de la población, sobre todo, que se promueva entre las nuevas generaciones el gusto por la ciencia y la investigación; ya que como escribió Heberto Castillo: “El talento mexicano es capaz de escalar las más altas cimas del saber”.
En la séptima entrega del Premio Heberto Castillo se recibieron 40 expedientes, de los cuales 33 correspondieron a hombres y siete a mujeres. Javier Jiménez Espriú, representante del jurado calificador, que este año presidió el Investigador Emérito de la UNAM, Manuel Peimbert Sierra, explicó las etapas de selección e informó que para la segunda fase llegaron seis finalistas y se eligió al ganador por el impacto de su investigación en la sociedad.
El jurado estuvo integrado además por Elena Álvarez Buylla, Jorge Aceves Ruiz, Rafael Loyola Díaz, José Valdés y David Kershenobich.
Mariana Dolores y Fabiola Trelles