El Financiero
8 de enero de 2013
Roberto Escalante Semerena
El 30 de enero pasado concluyó la consulta a la que varias instituciones (UDUAL, Academia Mexicana de Ciencias, Conacyt, entre otras) convocaron bajo el título de Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación. Concluyó con más de 364 mil votos de ciudadanos interesados y comprometidos con el devenir de México.
La consulta a la ciudadanía fue el primer paso para otorgar mayor legitimidad a la iniciativa, en la cual los tomadores de decisión juegan un papel fundamental. Una vez concluida la votación, el siguiente paso será hacer de los retos elegidos por la ciudadanía, los ejes rectores de una Agenda Nacional de Ciencia y Tecnología.
Retos como modernizar el sistema educativo con enfoque humanístico, científico y tecnológico (17.09 por ciento); asegurar el abasto de agua potable para toda la población (15.42) y recuperar y conservar el medio ambiente para mejorar nuestra calidad de vida (13.54 por ciento), se consolidaron como las tres principales inquietudes de los mexicanos.
Por otra parte, los porcentajes de votación de los demás retos se comportaron de la siguiente manera: lograr un campo más productivo y alcanzar la seguridad alimentaria (11.68 por ciento); contar con un sistema de energía limpio, sustentable, eficiente y de bajo costo (10.01); conformar un sistema integral de salud de alta calidad para toda la población (9.23); desarrollar la capacidad de prevención y adaptación a los efectos del cambio climático (6.35 por ciento); desarrollar una industria aeroespacial mexicana competitiva y con resultados de interés para la sociedad (6.19); construir una sociedad informada sobre la diversidad migratoria y sensibilizada con los derechos de los migrantes (5.26); integrar la atención de la salud mental y las adicciones a la salud pública (5.24 por ciento).
Con base en la legitimidad otorgada por la opinión ciudadana, los retos señalan el rumbo que, desde la óptica ciudadana, debe seguir el desarrollo científico y tecnológico de México para que la nueva generación de mexicanos tenga una mejor calidad de vida y se aspire a una sociedad más equitativa y justa.
A partir de la elección de 150 mil personas que votaron en la Agenda Ciudadana, los tres principales retos se presentarán formalmente a la clase política electa recientemente y al sector productivo, para que sean considerados un mandato ciudadano.
En este sentido, todos los retos tienen acciones específicas para alcanzar la imagen objetivo, es decir, cómo queremos vernos como país en un horizonte al año 2030. Estas estrategias y líneas de acción forman parte del paquete de resultados que se entregarán a los tomadores de decisión y que constituyen los Libros Blancos.
En el episodio mexicano de la Agenda Ciudadana el reto más votado fue educación. Para llevar a cabo una modernización educativa con enfoque humanístico, científico y tecnológico, se proponen las siguientes acciones: crear una nueva universidad, pública, federal y de investigación en cada estado, con estructura académica enfocada a la ciencia y la tecnología, pero con enfoque humanístico. Asimismo, estas universidades tendrán innovaciones tecnológicas en las áreas relacionadas con el aprendizaje en línea, además de una oferta educativa de nivel superior, con énfasis en los estudios de posgrado e investigación.
En el caso del tema agua, las estrategias buscarán el desarrollo de tecnologías para el mejor uso del agua y la tierra: llevar un registro de los servicios públicos de agua y su calidad; crear un sistema que asegure agua suficiente para toda la población; desarrollar sistemas de información multidimensionales que orienten políticas de producción acordes con los recursos naturales y sociales de las diferentes regiones hidrológicas del país; incentivar el uso de energías alternativas y sustentables en la agricultura de riego y disminuir la sobreexplotación de acuíferos.
Finalmente, las acciones para recuperar y conservar el medio ambiente se concretan en cuatro estrategias: conservar los suelos y fertilizarlos sin generar contaminación; disminuir la generación de basura mediante la innovación en materiales no contaminantes, así como acciones para que los desechos no terminen en rellenos sanitarios o tiraderos; conocer, conservar y aprovechar la riqueza biológica del país y, finalmente, mejorar la calidad del aire por medio de tecnologías de identificación, monitoreo y reducción de contaminantes.
El reto que sigue es comprobar que los poderes públicos escuchan la opinión de los ciudadanos en este tema y transforman sus decisiones en acciones como las propuestas. Estaremos pendientes.
semerena@unam.mx
Catedrático de la Facultad de Economía