La Jornada
23 de agosto de 2012
ID
Javier Mendieta, aseguró que México está listo para ingresar en la era espacial en dos modos: una observacional y otra con el desarrollo de instrumentos que tendrá beneficios para la sociedad con productos directos e indirectos.
México. Se vive un ambiente de fascinación y expectación desde que el pasado 6 de agosto el laboratorio espacial Curiosity se posó en la superficie de Marte. Desde entonces, se da cuenta día tras día de lo que ocurre en la primera misión astrobiológica realizada en este siglo en el planeta rojo.
“Atrás hay una idea que va más allá de crear conocimiento sobre la vida en Marte. Para poder llegar con este robot a la superficie marciana en condiciones exitosas, hubo un trabajo de diseño de nuevas tecnologías que permitió resolver los problemas que tuvo la misión, lo cual es de gran valía”, dijo José Franco, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, durante su intervención en un programa radiofónico.
Agregó que la misión redituará en una serie de satisfactores para la sociedad, pues como lo muestra la experiencia en los últimos 50 años, surgen subproductos como consecuencia del desarrollo de la ciencia y la tecnología espaciales que –en opinión del astrónomo- han cambiado y mejorado la forma de vivir de los humanos.
En la emisión de radio también participaron Javier Mendieta Jiménez, director de la Agencia Espacial Mexicana (AEM); el investigador Rafael Navarro González, del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM -quien actualmente trabaja en los laboratorios de la NASA en Pasadena, California- y Alejandro Farah, investigador del Departamento de Instrumentación del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Rafael Navarro, quien funge como asesor científico de la misión y analizará e interpretará los datos que el laboratorio espacial Curiosity recoja, coincidió en que “muchos estudios saldrán de forma colateral de la misión, como por ejemplo el de la montaña Sharp y la historia evolutiva en Marte, aunque especificó que el objetivo principal es determinar si el planeta rojo tuvo condiciones de habitabilidad.
Sostuvo que en dos semanas más se podrán tener los primeros análisis del suelo marciano. Se buscan compuestos orgánicos que son los ingredientes necesarios para formar la vida. Si éstos compuestos se encuentran habrá que descifrar posteriormente si se formaron por procesos abióticos -sin intervención de seres vivos-, o bien, fueron formados por seres vivos extintos o por seres vivos que aún tienen actividad biológica.
Por su parte Javier Mendieta, aseguró que México está listo para ingresar en la era espacial en dos modos: una observacional y otra con el desarrollo de instrumentos que tendrá beneficios para la sociedad con productos directos e indirectos. Reconoció que existe una gran cantidad de talento mexicano distribuido en las universidades, en el gobierno, en la industria, pero lamentó que esté disperso y desconectado
En ese sentido, Rafael Navarro comentó que alrededor de Curiosity hay varios países que participan como Alemania y Francia, incluso –mencionó- hay un grupo de españoles que llevó el instrumento metereológico, lo que se convirtió en la primera experiencia de ese país en mandar un equipo al espacio.
Dijo que la NASA anunció una nueva misión a Marte en el 2016, lo que sería una oportunidad para nuestro país participar en este tipo de misiones consiguiendo la concesión de uno o dos de los competentes para empezar a tener esa experiencia como nación en la industria espacial.
En tanto, Alejandro Farah recordó que Curiosity es un proyecto de 2 mil 500 millones de dólares y el trabajo de cientos de personas involucradas en él, como japoneses, alemanes, franceses, rusos, incluso un mexicano.
“Hace 40 o 50 años quién iba a decir que Estados Unidos contrataría un cohete ruso para poner en órbita un laboratorio espacial. El 2004 empezaron el proyecto y ocho años después el robot ya está en Marte. Hoy, no hay un país que se pueda dar el lujo de hacerlo solo. La colaboración mexicana a través de Rafael Navarro ha sido muy importante porque fue la causante de que cambiaran muchos de los experimentos en búsqueda de vida, si es que existe”.
Javier Mendieta destacó que la Agencia Espacial Mexicana (AEM) es una entidad del gobierno federal que tiene menos de un año de operaciones. Su objetivo es impulsar la aplicación de los resultados de la ciencia y tecnología espacial al servicio de la sociedad mexicana.
“Ahora son los grandes problemas los que están siendo atacados con la tecnología espacial: el calentamiento global, la seguridad, los desastres y la necesidad de generar y expandir el conocimiento científico.