El Universal
06 de febero de 2006
Nurit Martínez/Enviada
CULIACíN, Sin- La violencia y enfrentamientos entre grupos policiacos y bandas de la delincuencia organizada, así como los ajustes de cuentas entre los grupos del narcotráfico son consecuencia de la «falta de acuerdos básicos para la seguridad pública y la gobernabilidad entre las diferentes fuerzas políticas del país», afirmó Luis Astorga Alazán, investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Al concluir el seminario ¡Narcotráfico, ciencia y sociedad!, el autor de «Drogas sin fronteras» explicó que el reciente incremento de la violencia en México es producto de la reconfiguración política del país, ya que renovarse la estructura de un gobierno de un solo partido, la «cultura vertical» en las corporaciones policiacas hace que «haya cortos circuitos por todos lados».
Afirmó que en los casos recientes de enfrentamientos en Acapulco, Guerrero, y en distintas localidades del estado de Michoacán, la violencia es reflejo de que hay una disputa por controlar las zonas de ingreso de la droga que proviene de Centroamérica, principalmente de cocaína.
¡Son los lugares por donde ingresa a la mayor parte de la cocaína en el país. Son junto con la península de Yucatán y la costa del Pacífico: Sinaloa, Michoacán y ahora Guerrero, el corredor más importante donde ingresan las toneladas de cocaína, para después ser transportada por diversos corredores terrestres hasta llegar al norte, en donde se vuelven a presentar las disputas.
Aseguró que la violencia de los últimos años en México es producto de una «lucha por la hegemonía entre los diferentes cárteles de distribución de la droga el país, ya que ante al cambio de gobiernos, a nivel federal, local y municipal, el Estado dejó de ser el arbitro de esas disputas de la delincuencia organizada.»
«Ahora ya no hay un sistema de partido que controle, contenga y proteja la distribución de la droga en México, esa desapareció y las diferentes fuerzas políticas en el poder no han logrado ningún acuerdo sobre seguridad y gobernabilidad».