Pobreza y tuberculosis, combinación mortal

La Jornada en la ciencia
27 de marzo de 2012

Aunque parece un problema que va desapareciendo en México y en muchas regiones de América Latina, la tuberculosis está ligada a condiciones de pobreza y de marginación social

AMC. Aunque parece un problema que va desapareciendo en México y en muchas regiones de América Latina, la tuberculosis está ligada a condiciones de pobreza y de marginación social, aseguró en entrevista el doctor José Sifuentes Osornio, investigador adscrito al Instituto Nacional de Ciencia Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán” (INCMNSZ).

El científico miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), informó que la tuberculosis continúa siendo una enfermedad muy importante en el mundo, afecta entre 8.5 y 9 millones de personas cada año y cobra la vida de casi dos millones en el mismo lapso, de ahí la importancia de la investigación sobre esta enfermedad.

Este problema de salud, dijo, se concentra en países muy pobres y en vías de desarrollo, y México, aunque es un país medianamente desarrollado, tiene alrededor de 18 mil nuevos casos anuales de tuberculosis en todas sus formas: pulmonar, meníngea, ganglionar entre otras, con una tasa de mortalidad de alrededor de 19 casos por 100, 000 habitantes (2200 casos anuales).

Sifuentes Osornio, que es uno de los impulsores de la creación del Laboratorio Clínico Nacional de Máxima Seguridad Biológica para el Estudio de la Tuberculosis y de Enfermedades Emergentes del INCMNSZ expresó: “A mayor pobreza de la región mayor tasa de enfermedad y de mortalidad”.

De acuerdo con el Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CENAVECE), a nivel mundial una de cada tres personas que contraen la tuberculosis no logra acceder prontamente a un diagnóstico preciso y a un tratamiento eficaz con el riesgo de mayor deterioro de esta persona y de transmisión hacia los contactos que conviven con el enfermo.

En el marco del Día Internacional de Lucha contra la Tuberculosis, que se celebra cada 24 de marzo, el científico dió a conocer datos generales de la enfermedad que es considerada la más devastadora de la historia de la humanidad:

Tres de cada 10 personas están infectadas de tuberculosis, 5 al 10% de los infectados desarrollarán la enfermedad en algún momento de sus vidas. Un enfermo sin tratamiento infecta de 10 a 15 personas en un solo año, 50% de los enfermos morirán en 5 años, si no reciben tratamiento. Hasta 50% de riesgo de tuberculosis tienen las personas infectadas con VIH.

Pero no todo son malas noticias, la tuberculosis es una enfermedad infecciosa curable, que se transmite vía aérea y su principal síntoma es tos con flema. Los medicamentos básicos que existen para su cura son cuatro: rifampicina, isoniazida, etambutol y pirazinamida, un tratamiento que dura seis meses con una tasa de éxito terapéutico de 95%, siempre y cuando la terapia sea bien administrada.

Y es esta duración prolongada del tratamiento lo que provoca deserción de pacientes, lo que a su vez genera una problemática de casos de resistencia, es decir, que la bacteria se vuelve invulnerable frente a uno o varios medicamentos y esto es preocupante porque un paciente con una bacteria multidrogo-resistente puede aspirar a una recuperación de sólo 50% en el mejor de los casos.

Según cifras de 2009 del CENAVECE, en México se reportan alrededor de 500 casos de infecciones farmacorresistentes, aunque seguramente podrían ser más.

Grupos vulnerables

Existen sujetos que tienen riesgo y los que no, los grupos identificados como vulnerables son personas con VIH, individuos con diabetes, usuarios de drogas, personas que van a trasplantes de órganos, cirrosis hepática, lupus eritematoso, insuficiencia renal o enfermedades crónicas debilitantes.

El miembro del Comité Asesor del Programa Nacional para el Control de la Tuberculosis, desde 2001, subrayó que las personas con enfermedades antes mencionadas, son pacientes sujetos de riesgo para el desarrollo de tuberculosis, pero que “si en todos esos grupos se diseña una buena estrategia de detección temprana de infección latente, se puede administrar el tratamiento de erradicación de la infección latente y con ello se evita que meses o años más tarde desarrollen la enfermedad”.

México y la investigación

El laboratorio del INCMNSZ que está a un 70% de construcción, colocará al país en una situación privilegiada, señaló el investigador en Ciencias Médicas nivel F: “porque va a permitir hacer estudios más elaborados de pruebas de sensibilidad a agentes antimicrobianos, de caracterización fina o de tipificación de las bacterias de la tuberculosis”.

Además servirá para entender la filogenia de esta bacteria en el país, para hacer estudios genómicos de las bacterias de la tuberculosis, para entender mejor mecanismos de transmisión de virulencia, mecanismos de resistencia y la transmisión de la infección entre personas de riesgo, como pacientes con VIH o con otras enfermedades crónicas o pacientes en reclusión, explicó.

Así, las metas a alcanzar son las que se han desarrollado en el seno de la Organización Mundial de la Salud y tienen que ver con un verdadero control de la tuberculosis, detectar la enfermedad en etapa temprana, evitar que haya diseminación y farmacorresitencia.

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