Reforma
9 de marzo de 2012
REFORMA/Staff
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) otorgó el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz a 76 destacadas académicas de la institución, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
En representación de las galardonadas, Nelia Tello Peón, de la Escuela Nacional de Trabajo Social, dijo que la realidad del país es compleja, y aún el sector padece graves rezagos.
«Llegar a donde estamos ha significado una larga cadena de actos de rebeldía, donde las libertades eran negadas. Pero sería paralizadora ceguera no darnos cuenta de los muchos espacios que aún nos faltan por conquistar, incluso en el ámbito universitario», afirmó.
En el Teatro Juan Ruiz de Alarcón expuso retos aún como la muerte materna que constituye un grave problema de salud pública y es nueve veces mayor que en Estados Unidos.
A pesar de los progresos educativos, dijo, en México sólo se alcanza una escolaridad promedio de siete años y la violencia es una realidad que se impone.
Algunas de sus formas son sutiles, pero socialmente graves, como no dar a las hijas las oportunidades de estudio que se otorgan a los varones.
Esto, dijo, pese a que diversos estudios muestran que el indicador más certero del aprovechamiento de un joven en todo el mundo es el nivel de preparación de la madre.
«Ella es el primer maestro, el más constante, y muchas veces, el único», aseveró Tello.
En tanto, la astrónoma Silvia Torres, expuso que en la UNAM son mujeres el 43 por ciento del personal académico, 56 por ciento de estudiantes de bachillerato, 55 por ciento de licenciatura y 49 por ciento de posgrado.
Sin embargo, en los niveles superiores aún no se tiene un equilibrio; por ejemplo, entre los eméritos designados de los últimos 12 años, las académicas sólo constituyen el 22 por ciento; en la Academia Mexicana de Ciencias, representan el 18 por ciento de los integrantes y en el Sistema Nacional de Investigadores, sólo son el 33 por ciento.
Tampoco, dijo, se deben perder de vista los enormes problemas e inequidades de género en el ámbito nacional: los feminicidios, los salarios diferenciados, el mayor desempleo, la indefensión de la mujer indígena, y la doble o triple jornada a las que muchas están sujetas. «Necesitamos remontar estos rezagos», aseveró.
El Rector José Narro expresó que la violencia física y psicológica, la discriminación en ámbitos profesionales, y la persistencia de prejuicios, hacen necesario que continúen los esfuerzos para que tengan las mismas oportunidades de desarrollo que los hombres.