Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/047/12
México, D.F., 1 de marzo de 2012
- Descentralización de la ciencia, deuda con las diferentes regiones del país
- Necesario generar un círculo virtuoso en el que el Estado recurra a la ciencia y la tecnología para apalancar el desarrollo económico de la sociedad, dice investigador
- El Dr. Hugo Alberto Barrera Saldaña, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Foto: AMC
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La descentralización de la ciencia es una gran deuda con las diferentes regiones del país para acelerar su evolución hacia la excelencia, sostiene el Dr. Hugo Alberto Barrera Saldaña, miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), nivel III, primer Latinoamericano electo a la Human Genome Organization (HUGO).
El originario de Miguel Alemán, Tamaulipas, miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), ciudadano distinguido y condecorado con la Medalla al Mérito Académico y Científico, afirma que la importancia de que los medios de comunicación estén interesados en reconocer el trabajo de los investigadores y científicos mexicanos: “Habla de su madurez, pues significa el reconocer que si bien la nota roja vende más, esta otra actividad periodística es un deber, un compromiso solidario con un mejor futuro para la nación”.
Barrera Saldaña narra que quería ser investigador porque dentro de todas las manifestaciones culturales, siempre le atrajeron aquellas relacionadas con los misterios del universo y de la vida.
Y con ese instinto definido, el investigador es reconocido como pionero en México del diagnóstico molecular de varias enfermedades, la biología molecular humana y la terapia génica (lideró el primer protocolo clínico en Latinoamérica).
Su conocimiento y experiencia las ha compartido para, por ejemplo, ayudar con visitas, cursos y entrenando personal, a modernizar Unidades de Investigación en México, Colombia, Venezuela y Perú. Sus trabajos en regulación, evolución, disfunción y aprovechamiento biotecnológico de los genes de las hormonas, del crecimiento, se consideran pioneros en el mundo.
Con un postdoctorado en Ingeniería Genética en la Universidad Louis Pasteur de Estrasburgo, Francia, Barrera Saldaña habla de los retos de la ciencia y la investigación en los estados y sobre el papel de los investigadores y dice que es necesario: “Generar un círculo virtuoso en el que el Estado recurra a la ciencia y la tecnología para apalancar el desarrollo económico de la sociedad y que ésta valore cada día más a aquella, para que de paso la juventud la identifique como su mejor opción”.
Sobre cómo ser un científico exitoso subraya que la formula está en una formación sólida, pasión y perseverancia. Además, saber comunicar el gusto por este quehacer a la juventud, así como desarrollar habilidades de supervivencia en entornos y condiciones desfavorables para la actividad científica, que desafortunadamente son los más comunes en nuestro país, dice.
El especializado en Biología Molecular en la Escuela de Graduados en Ciencias Biomédicas de la University of Texas Health Science Center, Houston, Texas, E.U.A, es fan de toda la comida mexicana, por supuesto, pero dentro de esa gran gama culinaria su consentida es la norestense, “como el cortadillo norteño y el cabrito en salsa”.
El fiel escucha de Mozart asegura que lo que más ha disfrutado es el incursionar en los temas de frontera de la biomedicina, formando nuevos investigadores y a la vez traducir los avances en soluciones a problemas de salud y bienestar de la sociedad mexicana.
“Ahora sigo en ello, pero he ampliado mi horizonte y herramientas al fundar y estar haciéndolo desde dos nuevas empresas incubadas en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Una es una firma de consultoría para desarrollar el sector de las ciencias de la vida en nuestro país, mientras que la otra es un laboratorio de alta tecnología que se dedica a servir a los sectores productivos con bioanálisis del material genético de los individuos (no sólo para humanos, sino también para los sectores veterinario, ganadero y de alimentos), así como al desarrollo de nuevos bioprocesos a partir de dichos materiales genéticos, para la bio-manufactura de biológicos de importancia biomédica”.
El fundador del Centro de Biotecnología Genómica del IPN en Reynosa Tamaulipas, recientemente condecorado Miembro Distinguido de la Sección Regional Noreste, espera encontrar un espacio para aprender danzón, pero mientras eso sucede, desempeña su labor como Secretario de Ciencia y Tecnología en la Subdirección de Investigación, coordinador del Laboratorio de Genómica y Bioinformática, director de la Unidad de Biotecnología Médica, todos estos en la UANL. Además es Director General de la Innbiogem, S.C., y del Laboratorio Vitagénesis, S.A. de C.V.