La Jornada
JOSE GALAN
Domingo 9 de enero de 2005.- Aproximadamente 16 por ciento de la población mexicana padece de migraña; nadie sabe con precisión cuál es su origen, pero, por lo general, se presenta una o dos veces al mes. Y aunque nadie la aguanta, es la principal causa para quedarse en casa con ella y no ir a laborar, provocando pérdidas económicas al país calculadas en 770 millones de dólares al año, afirmaron científicos del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), que buscan desarrollar mejores tratamientos para el padecimiento.
El investigador Carlos Villalón Herrera, del Departamento de Farmacobiología del Cinvestav y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, sostuvo que este es el panorama actual de la migraña en México, malestar caracterizado por desorden neurovascular con dolor de cabeza unilateral y pulsátil, que suele estar acompañado de fotofobia y fonobia, es decir, aversión a la luz y el sonido, así como de náusea, vómito y diarrea.
Aunque miles de investigadores alrededor del mundo buscan una solución para este padecimiento, que se presenta principalmente en las mujeres en edad reproductiva, hasta el momento se sabe poco de su origen y, por consiguiente, los tratamientos farmacológicos son simplemente un paliativo.
«Aunque sus bases fisiopatológicas todavía no se entienden claramente, hoy en día la propuesta es que se trata de un síndrome neurovascular que involucra vasodilatación extracraneal intensa, asociada con dos eventos importantes que ocurren en el plasma sanguíneo: decremento en los niveles de ciertos agentes vasoconstrictores -principalmente serotonina- e incremento en los niveles de algunos neuropéptidos vasodilatadores, particularmente el péptido relacionado con el gen de la calcitonina», dijo Villalón Herrera.
Agregó que hasta ahora los métodos más eficaces para tratar la migraña son mediante el suministro de una generación de fármacos llamada triptanos, que imitan selectivamente las acciones vasoconstrictoras de la serotonina a nivel de los vasos sanguíneos extracraneales. Sin embargo, subrayó que en ciertos pacientes con insuficiencia cardiaca u otras patologías cardiovasculares, los triptanos están contraindicados, ya que pueden producir cierto grado de vasoconstricción coronaria.
Por ello, Villalón Herrera, quien encabeza un grupo de científicos mexicanos y colabora con investigadores del departamento de farmacología del Erasmus Universiteit Rotterdam, de Holanda, se ha dedicado a desarrollar precisamente fármacos antimigrañosos más selectivos y carentes de las propiedades vasoconstrictoras de los triptanos.