Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/019/12
México, D.F., 20 de enero de 2012
- Exilio, memoria e historia; Síndrome metabólico en México; Sismicidad y volcanismo en México y Biotecnología agrícola y agroecología, estrategias complementarias u opuestas, las reflexiones y temas expuestos en el Congreso Ciencia y Humanismo 2012
- El Dr. José Sarukhán Kermez, durante su participación en el Congreso Ciencia y Humanismo 2012.
Foto: AMC
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Los simposios en Ciencias Sociales y Humanidades, Medicina, Geociencias y Biología del Congreso Ciencia y Humanismo 2012 de la Academia Mexicana de Ciencias continuaron en el tercer y último día de este encuentro de conocimiento.
En “Exilio, memoria e historia”, tema de Ciencias Sociales y Humanidades, el coordinador de la mesa, Carlos Martínez Assad, dio paso a la primera expositora, la doctora Judit Bokser Liwerant, quien presentó su ponencia “Ser Otro: Entre la Historia y la Memoria”, señaló que “pensar los nexos entre historia y memoria es pensar en identificaciones colectivas que conjugan pasado e imaginario social con la conformación del presente y su proyección al futuro. La memoria opera en el tiempo”.
Dijo que la experiencia contemporánea del proceso de democratización de las memorias conlleva el supuesto de que la lectura del pasado no sólo es patrimonio de la recuperación de pasado sino recurso para modificar el presente y el futuro.
Por su parte, la investigadora Mari Carmen Serra Puche abordó el tema “Antropólogos del exilio español en México”, en donde narró la vida y obra de los antropólogos del exilio español que se refugiaron en México a partir de 1939.
Entre ellos mencionó a Pedro Bosch-Gimpera, Juan Comas, Pedro Armillas, Pedro Carrasco Pizana, Ángel Palerm Vich, Santiago Genovés y José Luis Lorenzo, quienes continuaron o hicieron su carrera académica en nuestro país. Su destacada labor profesional es digna de recordar a más de setenta años del arribo de los primeros barcos que llegaron a México con refugiados de la Guerra Civil española.
Después participó el doctor Carlos Illades Aguiar, con el tema “Cuadernos políticos y las redes intelectuales del exilio”, ponencia en la que narró: “hasta hace poco México era un país de refugio que, por el contrario, obligaba a contados ciudadanos a exiliarse o autoexiliarse, como hacían los intelectuales que se sabían no gratos al régimen: Elena Garro, por ejemplo”.
Como muchas otras cosas, aseguró, las cosas han cambiado, incluso se ha invertido el patrón: “la violencia provoca que cada vez más defensores de derechos humanos y periodistas pidan asilo en Estados Unidos y Canadá, mientras el Estado mexicano es más y más reacio a admitir extranjeros perseguidos, esto por no hablar de los infortunados centroamericanos que cotidianamente exponen su integridad física en La Bestia”.
Nos vendría bien repasar crítica y detenidamente aquellos años intensos y creativos, tan próximos en el tiempo como distantes conceptualmente, cuando todo parecía posible, concluyó Illades Aguiar.
En el área de Medicina, el doctor Jaime Mas Oliva fue quien coordinó el simposio “El síndrome metabólico en México”, en donde el primero en hablar fue el Dr. Gerardo Gamba Ayala, quien expuso sobre los “Aspectos Moleculares”. Sostuvo que la dieta mexicana incluye sal de por lo menos 10 veces más de lo que necesita al día.
Explicó que los alimentos, en todo el mundo se conservan con sal, que los conservadores de productos enlatados y demás están hechos a base de sal, por lo cual “aquí hay un reto de investigación difícil de resolver, sobre todo con ciudades (como la nuestra) tan grandes en donde la única forma de alimentar a tanta gente es teniendo grandes reservas de alimentos a los que hay que conservar para tener acceso a ellos”.
Con respecto a la relación sal-hipertensión, Gamba Ayala señaló que el riesgo de tener hipertensión sería menor si se disminuyera el consumo de sal en la dieta diaria.
Para continuar con el Síndrome Metabólico, Simón Barquera Cervera expuso su ponencia “Aspectos de salud pública”, en donde dijo que “en las últimas tres décadas han acontecido cambios sociodemográficos en los países latinoamericanos que han aumentado la prevalencia de las enfermedades crónico-degenerativas”.
Por lo anterior, Barquera Cervera expresó que existe la necesidad de implementar políticas y programas que contribuyan a la prevención y control de los componentes del Síndrome Metabólico, así como continuar con investigaciones en ésta área.
En el cierre de este simposio, el doctor Armando Mansilla Olivares, habló sobre “Aspectos Poblacionales”, del síndrome en el que puntualizó que “el sodio y el colesterol implican vida”, pero todo “con proporciones”.
En el segundo y último simposio de Geociencias Sismicidad y volcanismo en México participaron los doctores Shri Krishna Singh Singh, Gerardo Suárez Reynoso, José Luis Macías Vázquez y Luca Ferrari Pedraglio, con la coordinación de Dante Morán Zenteno.
Singh Singh, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, experto en ingeniería sísmica, presentó “Una iniciativa para alerta temprana de tsunami en México”, ponencia en la que propuso un modelo basado en una red densa de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) en una franja a lo largo de la costa y complementaria a ella.
Esta iniciativa surge como consecuencia de los cinco temblores con magnitudes mayores o iguales a 8.5. De ellos, tres ocurridos en Sumatra y uno en Japón, fueron eventos que no se esperaban, pues para dicha zona la magnitud que se preveía era de 8.2.
José Luis Macías, del Instituto de Geofisica de la UNAM campus Morelia, habló del “Volcanismo activo en México: Carencias y Perspectivas” con una invitación a crear en la comunidad científica y los tomadores de decisiones una conciencia de la susceptibilidad (vulnerabilidad), que presentan muchas regiones de nuestro país ante la actividad volcánica y considerar que tan prioritario es realizar una gestión integral de los estudios y recursos que se destinan a la investigación de los fenómenos volcánicos.
Resaltó como importante que en el futuro próximo, exista un equilibrio entre los recursos destinados a la remediación de daños provocados por erupciones volcánicas y los fondos destinados a las actividades de prevención, ya que el fin último del conocimiento de los volcanes es la conservación de la vida humana.
Por su parte, Luca Ferrari Pedraglio, del Centro de Geociencias e Instituto de Geología de la UNAM campus Juriquilla, experto en tecnónica de placas, ofreció la ponencia “Tectónica y Volcanismo en el Cinturón Volcánico Transvolcánico (CVTM)”, con el que expuso de manera sintética el estado del arte sobre el conocimiento del CVTM integrando la evolución geológica y geoquímica del arco con los resultados de los experimentos geofísicos que se han llevado a cabo en los últimos años.
Gerardo Suárez, del Instituto de Geofísica de la UNAM, del que es investigador titular habló de “Sismicidad en México no relacionada a subducción”, en donde dijo hay que aceptar nuevos paradigmas.
En la mesa de Biología, con título Biotecnología y agroecología, estrategias complementarias u opuestas, expusieron con la coordinación de Alejandra Bravo de la Parra, los investigadores Luis Herrera Estrella, Francisco Bolívar Zapata, José Sarukhán Kermez y Hugo Rafael Perales.
Francisco Bolívar Zapata, del Instituto de Biotecnología de la UNAM, habló del “Uso responsable de los Organismos Genéticamente modificados (OGMs)” y mencionó que la biotecnología es una multidisciplina que propone utilizar la diversidad de manera sustentable y que con el desarrollo de las técnicas de ingeniería genética, la biotecnología alcanza nuevas dimensiones.
“Las plantas transgénicas se han utilizado desde 1996 y 15 años después se siguen usando y hasta la fecha no se han reportado efectos nocivos a la salud humana ni a la biodiversidad. Por el contrario, han permitido reducir el uso de pesticidas, entre otros beneficios”.
Añadió que el uso responsable de los organismos genéticamente modificados dio evidencias que sustentan la inocuidad y bajo riesgo de los organismos transgénicos y sus productos.
La transferencia horizontal de material genético es un fenómeno que ocurre diariamente en todas las especies y los virus y las bacterias son los principales responsables de este fenómeno, aseguró.
“Por ello, debemos erradicar una percepción equivocada de estos productos. Green Peace no tiene una evidencia que muestre que los OGMs son dañinos. Insisto que hay que hacer un esfuerzo para informar a la sociedad que estos organismos representan un elemento importante para ayudar a comprender cómo mucho de los problemas en el campo se pueden remediar.
Hugo Rafael Perales, del Departamento de Agroecología de El Colegio de la Frontera Sur, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, quien actualmente trabaja en aspectos relacionados con la conservación in situ de recursos genéticos de maíz, abordó el tema “Teoria y conflictos de interés”.
Definió a la Agroecología como la ciencia que estudia a la agricultura desde un punto de vista ecológico y que contribuye a una agricultura más ecológica. Añadió que si se piensa que la Biotecnología y la Agroecología son complementarias u opuestas, título del simposio, invita a un análisis que se puede ver desde el punto de vista científico, como técnica y como movimiento social.
Experto en la investigación del maíz, indicó que desde el punto de científico los OGMs tienen una gran potencial al contribuir a la sustentabilidad, pero desde un punto de vista de técnica se requiere analizar las tecnologías en su contexto específico de uso. “La disputa es áspera”.
Sobre los conflictos de interés, Hugo Rafael Perales advirtió de la eventual pérdida de conciencia social si la sociedad mexicana empieza a percibir que hay conflictos de interés entre tecnólogos, políticos, religiosos e instituciones, lo que llevaría a una pérdida de confianza.
José Sarkhán Kermez, presidente de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), mencionó que alcanzar una situación en la que la seguridad alimentaria del país se logre no es tarea sencilla, por lo que el esfuerzo tiene que ir dirigido a proveer productos en cantidad y calidad suficientes a los mexicanos en las próximas 4 décadas.
Su presentación trató de las dificultades que encaramos por la falta de políticas de desarrollo agrícola y rural, así como de inversión pública en investigación agrícola pertinente a la solución de nuestros problemas de producción alimentaria.
Mencionó que para alcanzar una agricultura sustentable, México enfrenta una serie de retos como son: Adaptar tecnologías agrícolas a las constricciones ecológicas de las regiones. Apoyarse en la diversidad biológica, ecológica y del conocimiento de los campesinos para desarrollar tecnologías agrícolas. Resaltó que no hay una sola tecnología que, por sí misma, resuelva la seguridad alimentaría del país. Tener una estructura de investigación de investigación agrícola de primer nivel y complementarla con mecanismos eficientes de extensión y distribución de los productos de esa investigación.
Otros de los retos son : Desarrollar investigación sólida y original en agroecología. Evitar (o reducir al máximo) a los intermediararios entre los productores agrícolas y los consumidores.
Educar al público urbano sobre las consecuencias ecológicas en el campo (y en los campesinos de sus demandas de alimentos. Rorientar los programas agrícolas a las anteriores medidas, con visión multidisciplinaria.
Por su parte, Luis Herrera Estrella, del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad, indicó que la manipulación genética no es algo nuevo, pues desde hace 10 mil años los trabajos del hombre llevaron a modificar las plantas, y que desde hace 5 mil años se modifican animales, desde hace 4 mil a caninos y que recientemente se hace en la producción de transgénicos para uso médico, “y es muy bien aceptada”.
Dijo que la Biotecnología es complementaria en el mejoramiento genético en las actividades agrícolas y añadió que la manipulación genética se puede plantear como un bien y servicio para los seres humanos.