Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/218/11
México, D.F., 4 de noviembre de 2011
- En el país solo 1 de cada 10 mil jóvenes obtiene el doctorado, asegura Arturo Menchaca
- Existe congelamiento virtual de las plazas para investigadores
- El presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Dr. Arturo Menchaca Rocha.
Foto: Archivo
Imagen en alta resolución
Al asegurar que la visión de un México triunfador resulta inviable en corto plazo si no se prevé la formación de recursos humanos en niveles de maestría y doctorado, el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias, Dr. Arturo Menchaca Rocha, sostuvo que el país aún se encuentra lejos de las metas que lo ubicarían en las alturas que corresponden a su economía.
En México, dijo, sólo uno de cada 10 mil jóvenes llega al nivel más alto de la educación, probabilidad que tristemente coincide con aquello de ganarse la lotería, por lo que si el gobierno quiere hacer un cambio efectivo en este rubro debe incrementar la oferta educativa en los niveles medio y superior, adaptándola a la realidad poblacional actual del país.
Adicionalmente, añadió, debe enfrentar con mayor eficiencia la formación de esa fuerza de trabajo altamente calificada -maestría y doctorado-, pues este nivel educativo para ser de calidad, debe estar íntimamente ligado a la investigación científica y tecnológica.
En la actualidad, agregó, se otorgan cerca de 3 mil doctorados anuales en México, lo que equivale a la mitad de la producción per cápita en Brasil por lo que uno de los retos es incrementar la eficiencia de las instituciones de educación superior para formar doctores.
En el documento “El Único Camino Hacia el Desarrollo de México pasa por el Conocimiento: Recomendaciones para un Mejor Futuro”, el titular de la AMC, destacó que el bajo número de investigadores científicos y tecnológicos, así como la baja velocidad a la que esta comunidad se reproduce, representan un índice preocupante para México.
Precisó que este problema nace de una oferta educativa que disminuye progresivamente a medida que se avanza en los estudios, pasando de coberturas cercanas al 100 por ciento en la educación básica, a un 60 en la educación media, y a un 30% en la educación superior, lo que es claramente inconsistente con los cambios en el perfil poblacional actual del país.
El Dr. Arturo Menchaca resaltó el hecho de que en los niveles de maestría y doctorado también existe una baja eficiencia de las instituciones educativas, debido en parte a una política gubernamental reciente de congelamiento virtual de las plazas para investigadores en instituciones públicas que desanima a los jóvenes interesados en optar por una carrera en ciencia y tecnología.
Resaltó el trabajo del CONACYT que fomenta niveles educativos más altos y de mayor calidad a través de sus programas de mejora en la eficiencia, sin embargo, aún estamos lejos de las metas que pondrían al país en los niveles que le corresponden a su economía, dijo.
Propuso incrementar la eficiencia de las instituciones de educación superior para formar doctores y procurar la contratación de esos egresados de doctorado, para evitar pérdidas y fuga de cerebros.
Precisó que lo anterior no puede quedar a cargo exclusivo del Estado, debiendo participar cada vez más la iniciativa privada pues en el país este sector tiene poco interés en la innovación y la generación de nuevas tecnologías y en consecuencia, no representa una fuente importante de empleo para recursos humanos con doctorado.
La política actual de virtual congelamiento de plazas para investigación en el sector público, dijo, ha generado una caída dramática en el número de los ex becarios de CONACYT que ingresan al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) pasando de 850 en el año 2000, a 109 en el 2007.
En ese contexto, expuso que el SNI crece en poco más de mil miembros al año, lo que comparado con los tres mil doctorados anuales, implica que cerca de dos mil jóvenes doctores no encuentren trabajos adecuados a su grado, es decir, la investigación o la formación de recursos humanos de alto nivel.
Menchaca Rocha afirmó que el país requiere urgentemente de la creación de nuevos polos de desarrollo tecnológico, con sus respectivos centros de investigación públicos y privados con el objetivo de dar un mayor acceso a la empresa mexicana a las nuevas tecnologías, a nivel regional y nacional.