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Boletín AMC/213/11
México, D.F., 25 de octubre de 2011
- México debe darse la oportunidad de crecimiento científico y tecnológico: Arturo Menchaca
- Si no hay mayor inversión, no podremos competir: José Franco
- El presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Arturo Menchaca Rocha.
Foto: AMC
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México merece la oportunidad real de tener un desarrollo científico y tecnológico adecuado que le convierta en una sociedad más justa, equitativa y educada por lo que es necesario que los tomadores de decisiones de la próxima administración Federal consideren mejorar la calidad de la educación básica en ciencia, incrementen la producción y calidad de recursos humanos, den prioridad de gobierno a la ciencia y la tecnología y aumenten la inversión correspondiente.
Ante el próximo proceso electoral federal del 2012 en el que se renovarán la titularidad del Ejecutivo Federal, la totalidad del Poder Legislativo, varias gubernaturas y presidencias municipales, el presidente y vicepresidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Arturo Menchaca Rocha y José Franco, respectivamente, dieron a conocer el documento “El único camino hacia el desarrollo de México pasa por el conocimiento”.
En el escrito se destaca que la premisa es que una población educada en ciencia, es requisito fundamental para aspirar a un desarrollo científico-tecnológico propio en el que el sector público enfrente el problema con una visión de Estado.
En ese sentido se considera que un gobierno que quiere tener un impacto mayor en la calidad educativa debe implementar un programa agresivo para mejorar la situación actual; aclara que se requiere iniciar por la educación misma de los profesores y la implementación de un sistema efectivo de certificación permanente de los docentes.
Se destaca también que el bajo número de investigadores científicos y tecnológicos es un índice preocupante para el país y explica que este problema nace de una oferta educativa que disminuye progresivamente a medida que se avanza en los estudios pasando de cobertura cercanas al 100 por ciento en educación básica, a un 60 en educación media, y a un 30 en educación superior, lo que es claramente inconsistente con los cambios en el perfil poblacional actual.
Respecto a la maestría y doctorado, asegura el texto, también existe una baja eficiencia de las instituciones educativas, debido en parte a una política gubernamental reciente de congelamiento virtual de plazas para investigadores en instituciones públicas.
Ante estos hechos se propone la creación urgente de nuevos polos de desarrollo tecnológico, con sus respectivos centros de investigación públicos y privados para dar mayor acceso a la empresa mexicana a las nuevas tecnologías.
Respecto a la mayor prioridad gubernamental para la ciencia y la tecnología, se destaca que la misma ha disminuido por lo que planteó la creación de una Secretaría de Estado para este ramo como lo han hecho países como Brasil, Argentina, Uruguay, España Venezuela y Cuba, entre otros, y elevar a nivel subsecretaría el fomento a la formación de recursos humanos.
En el renglón de mayor inversión en ciencia y tecnología se destaca que con 112 millones de habitantes, México se encuentra en onceavo lugar en ese rubro y es la potencia económica número 14, sin embargo, la inversión pública en la materia se ha mantenido estancada en 0.35 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) durante las últimas tres décadas colocándose por debajo de la media de los países latinoamericanos y El Caribe.
Al respecto el texto propone invertir para ganar, es decir, un cambio que impacte en la economía mexicana y el alejamiento de las políticas de inversión pública en ciencia y tecnología de los últimos regimenes presidenciales, adoptando las recomendaciones nacionales e internacionales sobre el tema.
Se formula incrementar la inversión pública hasta llegar al 1 por ciento del PIB, como establece la Ley de Ciencia y Tecnología.
Al referirse a la poca inversión que hay en el país en materia de ciencia y tecnología, José Franco, aseguró que uno de los grandes problemas que hay en México es que no se recauda en impuesto lo que se debía recaudar. Hay una amplia banda de excepción de impuestos que obviamente van en detrimento del desarrollo del país; esto –agregó, es tener al menos una vertiente clara de dónde se puede obtener el dinero.
En México no hay planeación, es otro punto fundamental, y si no la hay, difícilmente se puede prever hacia los años siguientes cuáles deben ser las perspectivas. Esos dos puntos son fundamentales para poder visualizar cómo vamos a competir con el resto del mundo, afirmó.
Como un dato curioso, puntualizó, Ruanda está invirtiendo en ciencia y tecnología arriba del 1% de su PIB, es decir cuatro veces más que México. Entonces no importa por dónde se vea, los ejemplos que se vean, simplemente hace falta tratar que la inversión en ciencia y tecnología sea al menos del 1 por ciento si no, no vamos a poder competir.
Documento integro en la página de la AMC: www.amc.mx