Diario Monitor
02 de febero de 2006
Los candidatos a la Presidencia de la República deben comprometerse a invertir más recursos económicos en áreas como la educación, la ciencia y la tecnología. Deben asumir compromisos concretos en estas áreas, porque todos los países que aspiren al desarrollo deben invertir en ciencia y tecnología, como lo han hecho en el pasado las naciones del llamado primer mundo.
Así lo manifestó Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995, quien también hizo notar que con un reordenamiento del transporte público, el empleo de nuevas tecnologías y el mejoramiento de combustibles fósiles, se podría reducir la contaminación en ciudades como el Distrito Federal, en más de 50 por ciento.
Descartó que los problemas de tráfico y contaminación en la Ciudad de México se vayan a disminuir únicamente con incrementar la infraestructura vial, como los según dos pisos, pues se debe ordenar y mejorar el transporte público para incentivar su uso.
Al participar en el seminario Ciencia y Energía, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias, la Universidad Autónoma Metropolitana y la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, hizo notar que medios de transporte como el Metrobús son un claro ejemplo de que se puede mejorar el transporte público, pero aseveró que estas medidas se deben poner en marcha de manera masiva.
Dejó en claro que en caso de que no se detengan las emisiones de gases de efecto invernadero, producidos por la quema de combustibles fósiles, la temperatura media de la Tierra podría incrementarse en aproximadamente cinco grados centígrados.
Indicó que ese incremento supondría la desaparición de regiones polares del planeta, un incremento en los niveles de las aguas oceánicas, la prolongación de las temporadas de sequías y lluvias, así como la i intensificación de fenómenos naturales como ciclones o huracanes.
Mario Molina explicó que ese cambio climático sería el equivalente al que ha registrado la Tierra en las eras glaciales. Sin embargo, indicó que si se toman medidas oportunas, ese cambio climático en el presente siglo sería menor a los dos grados centígrados, por lo que urgió a los distintos gobiernos a incentivar el uso de energías alternativas como la cólica, porque, de lo contrario, «será imposible la vida en el planeta.