Reforma
13 de junio de 2011
NTX
Los dispositivos pueden identificar personas a pesar del cambio de las expresiones
Ciudad de México.- Un investigador del IPN desarrolló dispositivos computacionales con diversas aplicaciones, como la criminalística para el reconocimiento de rostros, tomando como base la forma en que los niños realizan el proceso de memorizar.
El titular del Laboratorio de Inteligencia Artificial del Centro de Investigación en Computación (CIC) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Juan Humberto Sossa Azuela, precisó que estos sistemas se denominan memorias asociativas.
Al dictar la conferencia magistral «Memorias asociativas: avances, aplicaciones y nuevos retos», el experto detalló que estos dispositivos pueden resolver una diversidad de problemas, como identificar personas a pesar del cambio de las expresiones.
Durante su participación en el Tercer Congreso Internacional de Sistemas Computacionales y Electrónicos CISCE 2011, indicó que además se puede recuperar una fotografía mediante una parte de su contenido, asociar sonidos con fotografías, en traductores de idiomas y reconocimiento de objetos.
El también catedrático explicó que una memoria asociativa es un dispositivo que permite asociar conceptos o patrones y recuperar información a partir de una parte de dicho concepto o de su versión distorsionada.
Añadió que de acuerdo con los psicólogos infantiles, los niños al memorizar no utilizan toda la información de los objetos de su entorno, sino que sólo usan algunos fragmentos de los mismos para reconocerlos.
Tomando eso como base, pudo desarrollar dos mecanismos que permiten simular este proceso: uno por selección aleatoria de partes de la imagen, y otro por selección dirigida mediante cómputo evolutivo.
Sossa Azuela señaló que el desarrollo de una memoria asociativa se puede utilizar en un futuro, desde un buscador de imágenes con una fracción cualquiera de ésta y la localización de canciones completas con tan sólo una pequeña parte de la melodía.
También en aspectos relacionados con la criminalística, mediante el reconocimiento de rostros y huellas dactilares, entre otros.
Ante expertos y estudiantes reunidos en la Unidad Politécnica para el Desarrollo y Competitividad Empresarial (UPDCE), mencionó que el entrenamiento de una memoria asociativa se realiza simulando el proceso de asociación de datos.
Lo anterior ocurre, tal y como lo observa un niño en sus primeros años de vida, quien en principio capta las sombras, luego los bultos y finalmente los detalles de los objetos y personas que rodean su entorno, explicó.
El desarrollo de sus modelos de memorias asociativas tiene el apoyo financiero de la Unión Europea y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).