Reforma
15 de marzo de 2011
Diana Saavedra
Larva migratoria, gnthostoma, que llega al estómago, se pasa al intestino y lo perfora para tener acceso al torrente sanguíneo del humano.
Al menos transcurre una semana para que las personas presenten líneas rojas en la piel, signo de que la larva se está alimentando del tejido
Ciudad de México (15 abril 2011).- ¿Se le antoja un sushi o un ‘cebichito’? Investigadores de la UNAM consideran que macerar con limón el pescado para comerlo no es suficientemente seguro para las personas que, sin querer, podrían ingerir una larva que afecta la piel o la vista.
Luis García Prieto, coautor del estudio «No coma riesgos» en la revista Ciencia, de la Academia Mexicana de Ciencias, explicó que se ha detectado en 39 especies de peces de agua dulce una larva migratoria, llamada gnthostoma, que provoca una enfermedad conocida como gnatostomiasis.
«Vive en peces de agua dulce, pero ni todos los pescados están parasitados ni es cuestión de que usted come uno y ya se enferma. La larva ha sido encontrada en peces de 15 estados de la República, algunos de ellos de consumo frecuente por los mexicanos como la mojarra, el salmón, la cherna, el bagre y el robalo», explicó García Prieto en entrevista.
«Se han detectado varios casos en la laguna de Tres Palos, en Acapulco; Agua Brava, en Nayarit; Culiacán, en Sinaloa y los Pantanos de Centla, en Tabasco, entre otros lugares».
Debido a que es difícil que las personas sepan cuál es el origen del pescado que se está comiendo, para los especialistas la mejor solución es cocerlo, pues al igual que otros nematodos, la larva no sobrevive al calor.
Cuando la persona come pescado infectado con esta larva, lo que pasa es que va al estómago, pero no se digiere, así que pasa al intestino y lo perfora para tener acceso al torrente sanguíneo y de ahí puede llegar a cualquier zona del cuerpo, ubicándose preferentemente por debajo de la piel.
Al menos una semana transcurre entre que la persona ingirió el pescado con la larva y que comienza a presentar, por lo general, marcas de líneas rojas en la piel, signo de que la larva está en movimiento, pues se alimenta del tejido, revela el estudio, encabezado por el doctor Rafael Lamothe Argumedo y Maria Antonieta Arizmendi Espinoza.
«Los casos más extremos, que son realmente raros, se han presentado en Asia donde la larva llegó al cerebro y ahí ha sido mortal, pero esto no ha sido reportado en México. Aquí los casos han sido cutáneos y algunos de ellos que se han registrado en el ojo», añadió García Prieto.
«En Nayarit se habla hasta de 4 mil afectados, pero no está comprobado. Existe un tratamiento que reduce los síntomas, pero se han encontrado casos en que volvieron a presentar los síntomas, aunque también existe una alta probabilidad de que el paciente volviera a comer cebiche».
Para el especialista lo ideal sería que las personas comieran el pescado cocido en platillos como el cebiche, sushi, sashimi o smofak, que por lo general están preparados con pescado de agua dulce, crudo o mal cocido.
Así, la recomendación principal del investigador es que siempre se consuman los alimentos bien cocidos, pues no sólo los pescados albergan larvas como ésta, también la res, el cerdo y otros alimentos.