Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/072/11
México, D.F., 1 de abril de 2011
- Falso creer que se puede innovar sin generar nuevo conocimiento
- La Revista Ciencia de la AMC –edición abril-junio 2011–.
Foto: AMC
Los proyectos de ciencia básica del CONACYT no serán viables ante la falta de fluidez de recursos financieros que tienen una demora de más de año y medio, aseguró el presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Arturo Menchaca Rocha.
El especialista en física nuclear por la Universidad Nacional Autónoma de México puntualizó que dicho retraso en el acceso a esos fondos, dada la calendarización fiscal, refleja que existe un creciente déficit en el ejercicio que debe ser superior a los 600 millones de pesos que se asignan cada año a la ciencia básica.
En un mensaje publicado en la Revista Ciencia de la AMC –edición abril-junio 2011–, explicó que los recursos que se ejerzan en el 2011 en este renglón, serán parte del presupuesto de éste año y no del 2009 en que se emitió la convocatoria, ni del 2010, al final del cual se anuncian los resultados.
Desde esa perspectiva, argumentó, se vislumbra que del reducido porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) que el gobierno de la República dedica a ciencia y tecnología, resulta ser aún menor para la ciencia básica.
De esta forma, la suerte para la ciencia básica en el presente sexenio esta echada ya que no existe la forma de recuperar los recursos de años anteriores y los del presente, sólo alcanzarán para cubrir la convocatoria de hace dos años, dijo.
Se pronunció por planear una estrategia que permita enfrentar el siguiente encuentro en el que se realicen las negociaciones para alcanzar mayores recursos económicos mismos que se utilizarían para sacar adelante los proyectos de ciencia básica.
Sin embargo –reconoció–, que el panorama es complicado toda vez que el problema que hoy se aprecia se inició hace varios años ya que el porcentaje del PIB que representa el gasto federal en ciencia y tecnología se ha mantenido dentro de 0.035 por ciento (+-0.05 por ciento) desde 1980.
Al puntualizar que la última década se ha caracterizado por ser la más estable, resaltó que fue durante la crisis económica de los ochentas cuando se marcó el cociente más bajo.
En ese sentido, Menchaca Rocha señaló que en la actualidad y con un presupuesto que no crece, al privilegiar el gasto en tecnología, se descobija a la ciencia básica.
Tras asegurar que generar conocimiento es costoso, pero que vale la pena, el académico, precisó que en la desesperación de un país que a todas luces pierde competitividad, es comprensible soñar que existe un atajo que permite innovar sin generar nuevo conocimiento y aclara: “La realidad es que eso es falso”.
En México, agregó, hay quienes opinan que incrementar el gasto en ciencia y tecnología hasta el uno por ciento del PIB es quimérico y que seriamos incapaces de invertirlo en ciencia, pesimismo del que, afirmó, viven los competidores del país.