Vanguardia
6 de marzo de 2011
El Universal
De acuerdo con la Academia Mexicana de Ciencias por cada mil jóvenes que no encuentran empleo, el país pierde más de dos mil millones de pesos
La Academia Mexicana de Ciencias dio a conocer que cada año en México se suman al desempleo alrededor de 2 mil personas que se formaron como científicos y por cada mil investigadores que no encuentran empleo, el país pierde dos mil millones de pesos en su capacitación.
Arturo Menchaca Rocha, presidente de la Academia dijo que esta situación se debe a que «la iniciativa privada desconfía de los científicos mexicanos y desdeña el conocimiento».
Esta desconfianza se refleja en la baja contratación de los egresados de doctorado, «la industria y la iniciativa privada no contrata al ritmo que se esperaría, mientras que la política gubernamental ha sido congelar las plazas».
Confió que quien gane la presidencia de la República en el año 2012 debe entender que invertir en ciencia genera bienestar social: «la correlación de inversión y crecimiento van de la mano».
El también investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aseguró que en el país terminan su preparación doctoral aproximadamente 3 mil personas, de las cuales sólo alrededor de mil logran conseguir empleo y continuar con sus trabajos de investigación.
«Por cada mil jóvenes que perdemos en un año, México pierde más de dos mil millones de pesos, considerando que por cada graduado en el nivel de doctor se invierten dos millones de pesos», aseguró.
Al impartir la conferencia «La Ciencia en México», el dirigente de la organización de científicos mexicanos puntualizó que el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) hace el esfuerzo por preparar al mayor número de estudiantes posible, «estamos perdiendo a miles porque no llegan al sector que están enfocados, porque saben que sólo a uno de cada tres le darán empleo».
El presidente de la AMC expresó su preocupación por los múltiples problemas que existen en el sector, tales como la baja inversión en ciencia, tecnología e innovación, en donde el 0.4% del PIB no ha sido suficiente.
Convocó a todos los sectores productivos a trabajar en los problemas que arrastra el país como la mala calidad educativa, falta de competitividad y poca inversión en ciencia, tecnología e innovación.
«Dentro de la OCDE, México es el país que más invierte en educación, pero es el que peor calidad educativa tiene, lo cual se refleja en pocas patentes de mexicanos, en la falta de competitividad y en las estadísticas de evaluación», dijo.