Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/040/11
México, D.F., 6 de marzo de 2011
- La Mujer es fuerza de trabajo, inteligencia y contribución para el bienestar de las naciones
- Las científicas crecen y se hacen adultas con doble esfuerzo para especializarse
- Dra. Anneke Levelt Sengers, presidenta del programa “Mujeres para la Ciencia”, de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS).
Foto: AMC
Imágenes en alta resolución
Cuando nadie confiaba en que los esteroides podían actuar de manera eficaz contra la meningitis bacteriana, la doctora Carla Odio, especialista en infectología pediátrica del Hospital Nacional de Niños (HNN) de San José, Costa Rica, demostró lo contrario.
La investigadora que logró reducir la mortalidad y las secuelas de este mal es la misma que creé en la filosofía de la madre Teresa de Calcuta: “al educar a una mujer se educa a los hijos, a la familia, a los pueblos, a los países y al mundo”.
La científica argumenta que las mujeres generalmente están subrepresentadas en las Academias de Ciencias, lo que no es un problema exclusivo de los países en vías de desarrollo sino también de otros como Canadá y Estados Unidos. “Las mujeres jóvenes tienen todo para incursionar en la ciencia y en la tecnología, deben caminar por el mundo sin barreras mentales”, asegura.
“La ciencia y la tecnología están al alcance de las mujeres”, dice. De 1913 a la fecha podemos contar a 17 mujeres que han recibido premios Nobel en ciencias y tecnología, seis de ellas en la primera mitad del Siglo XX, quienes pasaron por distintas penurias para lograr el reconocimiento. La mujer es una fuerza de trabajo, inteligencia y de contribución para las naciones de mañana.
Lucía Mendonça Previato, Premio UNESCO 2004 de L’oreal para América Latina, sostiene que la creación de programas específicos para mujeres, en los que participen el mayor número de personas, “va a permitir incentivar a que la capacidad de la mujer sea reconocida”.
La profesora titular de la Universidad Federal de Río de Janeiro, miembro de la Academia Brasileña de Ciencias, narra que el enredo de inequidad en las Academias de Ciencias es preocupante “y no se salva ni Estados Unidos… en general en América el número de mujeres miembros más o menos anda en el 10%”.
Por su parte, la ex presidenta de la Academia de Ciencias de Guatemala y actual vicepresidenta de la mesa directiva de ésta institución, María del Carmen Samoya, considera que hasta ahora las mujeres tienen que luchar muy duro para lograr sus puestos a pesar de que tienen los mismos conocimientos que los hombres.
Anneke Levelt Sengers, presidenta del programa “Mujeres para la Ciencia”, de la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS, por sus siglas en inglés), retoma estas líneas y precisa que las Academias de Ciencias no tienen más de un 10 por ciento de mujeres en sus filas y “esto da la imagen de que la ciencia, la tecnología y la ingeniería no son para las chicas por eso nuestras mujeres crecen y se hacen adultas con un doble esfuerzo para llegar a las especializaciones”.
Sobre este tema también opina Patricio Felmer, Profesor de la Universidad de Chile, con especialidad en Matemáticas, quien acepta que es un tema para científicos e investigadoras que haya mayor participación de mujeres en ciencia, “ellas aportan ya, pero pueden aportar mucho más. Como hombre pienso que apoyarlas es de beneficio para toda la humanidad”.
Con la misma percepción Gioconda San Blas, investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), expresa “la mujer tiene que trabajar el doble para que se le reconozca la mitad”.
Una coincidencia de los países reunidos en la Red Interamericana de Academias de Ciencias (IANAS, por sus siglas en inglés) es la estadística que refleja que a mayor jerarquía de puestos en las instituciones, menor número de mujeres, informa.
La Investigadora titular emérita y directora del Instituto de Ciencia y Tecnología en el estado de Miranda, Venezuela, dijo que establecer un programa focalizado habla del interés del sector académico y científico en mejorar las condiciones de la mujer.
Ella y todas las personas mencionadas en este texto, que fueron entrevistadas en el marco de las mesas de trabajo del nuevo programa de esta institución “Mujeres para la Ciencia”, en pasados días, consideran que es “aplaudible” que la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), junto con sus miembros, sean los pioneros en impulsar la equidad de género.