La Jornada
02 de agosto de 2005
Karina Avilés
La AMC no busca ensuciar la causa con una intencionalidad política, señala
Lo que pretendemos es detectar lo que no marche bien para corregirlo, afirma el directivo
El presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), Octavio Paredes, respondió al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que entre los investigadores no hay fisura; «la fractura que sí identificamos es entre la comunidad científica» y dicho consejo, tal como se reflejó en la encuesta en la que el desempeño de ese organismo fue reprobado, y aseguró que «nosotros no ensuciamos esta causa con una intencionalidad política», pues lo que se busca es detectar lo que no marcha bien para que se corrija el rumbo de la estrategia en el rubro.
El científico destacó que la AMC no busca el enfrentamiento con el Conacyt, pero no se puede callar porque equivaldría a «ser ciegos y sordos ante lo que está pasando en el país» en el sector. El Conacyt, lamentó, «hace muchas declaraciones de un país rosa que no existe».
Por otro lado, manifestó que no sólo se trata «de conseguir dinero por conseguir», sino de etiquetar los recursos para acciones definidas, porque de lo contrario «se dará más dinero a grupos empresariales (a través de los incentivos fiscales) que siguen siendo una caja negra». Precisó que no está en contra de esa iniciativa, sino de «la forma» en que se hace aplica.
En entrevista, Paredes se refirió a las afirmaciones del director del Conacyt, Jaime Parada, quien recientemente sostuvo que la academia no le ha enviado todavía el referido sondeo y que el Congreso no incrementará los recursos a estas actividades si observa una «fractura» entre los investigadores.
En principio, desmintió al funcionario federal al asegurar que la AMC envió a Jaime Parada la citada encuesta «un día antes» de que se hiciera pública. Por otro lado, expresó que los señalamientos del titular de Conacyt de «no ensuciar la causa científica con ninguna intencionalidad política» resultan «más sorprendentes que lo de la fractura».
Octavio Paredes recordó que la AMC se ha reunido con varios dirigentes políticos para «expresar públicamente, y no debajo de la mesa», las inquietudes de la comunidad que representa y llegar a un acuerdo nacional a favor de la ciencia y la tecnología. Dichos encuentros se han realizado de manera «abierta, transparente y plural». De tal manera que «nosotros no ensuciamos nada; al revés, el Conacyt debería estar contento de que por primera vez los investigadores salen al diálogo y a la reflexión» con la clase política, con el propósito de que se entienda la importancia de estas actividades.
Subrayó que los encuentros con los líderes políticos «los vamos a seguir haciendo». Al Conacyt, añadió, «le queda un año y se pueden hacer muchas cosas, no sé a qué intencionalidad política se refiera Parada».
Respecto a la citada encuesta en la que 4 mil 262 científicos reprobaron con 5.49 en promedio el desempeño del Conacyt, lo cual ha motivado polémica, Paredes dijo que el consejo la descalificó, y con ello a ese 40 por ciento de investigadores que «tenemos bases para inferir, que representan la opinión del universo de científicos y tecnólogos mexicanos».
Pero también, agregó, ese consejo «descalificó a la Dirección General de Servicios de Cómputo Académico (DGSCA) de la UNAM, a la Coordinación de Humanidades de la misma universidad, a la empresa Beltrán y Asociados, a expertos en estadística -varios de ellos miembros del Conacyt- que participaron» en la encuesta.
«Yo no compré la opinión de los investigadores. ¿Cómo voy a comprar la opinión de distinguidos científicos y tecnólgos mexicanos? Se trata de una cuestión profesional, de la que el Conacyt debería estar contento para que la utilizara en el diseño de sus estrategias», manifestó.
Incluso apuntó que países como Estados Unidos, Inglaterra y España e instancias como la Academia de Ciencias del vecino país del norte están interesados en la encuesta para conocer la situación en la materia que impera en México y preguntó: «Â¿qué, también serán ignorantes?»
El científico insistió en que no se busca descalificar al Conacyt y manifestó su respeto por los funcionarios del consejo, pero «no coincidimos con su estrategia».