La Crónica de Hoy
20 de abril de 2010
Isaac Torres Cruz
A pocos días de pasado el primer aniversario de su muerte y cerca de la fecha en que se conmemoraría su cumpleaños número 89, el físico mexicano Marcos Moshinsky será homenajeado en un acto que reconocerá su imprescindible labor para la ciencia nacional, como su aportación en el mundo.
Organizado por algunas de las instituciones de las que fue pilar e indiscutible actor, la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), El Colegio de México y la Sociedad Mexicana de Física, el acto se llevará a cabo hoy a las 10:00 horas en el Palacio de Minería.
“Marcos fue un referente para la ciencia de México, pero también para afuera del país: su legado es muy importante y permanece en la comunidad científica mundial”, señaló Francesco Iachello, profesor de cátedra Gibbs de la Universidad de Yale y uno de los científicos más afines con el trabajo e investigación de Moshinsky.
En el homenaje se realizarán una serie de exposiciones sobre la vida del físico, y el aspecto científico será comentado por Iachello, quien en días recientes ingresó como miembro de la AMC. En “El legado científico de Marcos Moshinsky”, expondrá además la importancia del mexicano en la ciencia internacional.
“Fue investigador y profesor a la vez y formó una gran escuela de físicos en México; su trabajo es bien conocido en el mundo, fue un líder en su ramo. Pero también fue un amigo muy cercano. Buscaré enfatizar en ambos aspectos de su vida, en los científicos como en los humanos”, refirió el profesor de origen italiano.
De acuerdo con Alejandro Frank, director del Instituto de Investigaciones Nucleares de la UNAM, y alumno de ambos científicos, apuntó que su trabajo tiene armonía y similitud. “De sus pares, es de los más afines y que mejor entiende el trabajo de Moshinsky”.
Intercambios y colaboraciones como las que tuvo con Iachello, es sólo una muestra representativa de la labor del científico, que ha permitido la formación de algunos de los físicos más destacados en el país.
Esto da continuidad con la escuela que alguna vez fundó el mexicano, en un país donde la física era incipiente, por no decir inexistente, cuando regresó de realizar su doctorado en Princeton a inicios de la segunda mitad del siglo XX.
LEGADO EN LA ACADEMIA. Formador de varias generaciones de físicos, fundador de escuelas y academias, Marcos Moshinsky es uno de los científicos más influyentes en la historia del país. Según coinciden diversos investigadores, nacionales y extranjeros, sería muy difícil encontrar otro ejemplo en que una sola persona haya tenido un impacto tan significativo en el desarrollo científico de todo un país.
Nació en Kiev, hoy capital de Ucrania, pero su vida estuvo siempre en México, salvo aquellos periodos de estudio de su doctorado en Princeton. Ya entonces, fue protagonista de aquella destacada generación de físicos que en la primera parte del siglo XX cambiaría lo que la humanidad sabe de la materia.
A su regreso de Princeton en 1949, donde obtuvo el doctorado bajo la dirección del Nobel Eugene Wigner, el joven Moshinsky empezó a reunir a su alrededor a un grupo de jóvenes que formarían la primera generación de físicos profesionales y de nivel internacional en el Instituto de Física de la UNAM.
Sus contribuciones al conocimiento científico mundial son numerosas; entre las más referidas se encuentra su trabajo sobre difracción en el tiempo, de 1952. En éste hizo una novedosa predicción de un fenómeno cuántico relacionado con la evolución temporal de una partícula inicialmente confinada en una región del espacio. La teoría se comprobó experimentalmente 45 años después.
También hizo uso del más sencillo de los sistemas físicos: el oscilador armónico, para resolver problemas en campos de la física tan diversos como las moléculas y los quarks.
Fue su trabajo en teoría de grupos, que es la teoría matemática de la simetría en la naturaleza, una de sus más grandes pasiones y campo en el que coincidió con Iachello.