La Jornada
20 de abril de 2010
Gabriel León Zaragoza
Ante el crecimiento de inversión en ciencia y tecnología que registran naciones como Brasil y Sudáfrica, en México persiste la negativa a apoyar esas áreas del conocimiento y a no aceptar que se les utilice para resolver los problemas del país, afirmó Rosaura Ruiz, presidenta de la Academia Mexicana de las Ciencias (AMC).
Luego de encabezar la ceremonia de ingreso del científico canadiense Howard Alper a la academia, quien ha hecho grandes aportes a la química orgánica, Rosaura Ruiz recordó que las academias del mundo han recomendado a los países en desarrollo que inviertan en el sector al menos uno por ciento de su producto interno bruto (PIB), e incluso Europa ha planteado que en 2020 todas sus naciones deben dedicar al menos 3 por ciento.
En la región latinoamericana, sólo Brasil destina uno por ciento del PIB, cuando en México apenas rebasamos 0.3 o 0.34 por ciento, sostuvo.
Por el uno por ciento
“Tenemos que llegar al uno por ciento no sólo para que se cumpla la ley, sino para beneficiar a las universidades públicas, que es donde fundamentalmente hacemos la investigación en México.
“Pero no logramos ese convencimiento porque todavía ven (los gobiernos) a la ciencia en México como lujo, como qué bueno que se haga y que hay que presumir ante el mundo que México tiene una comunidad científica, pero no se utiliza para resolver los problemas del país:
“Es decir, analizar los problemas desde el punto de vista de las ciencias, la tecnología y las humanidades. Es lo que no hemos logrado”, comentó.
En la ceremonia formal de ingreso como miembro correspondiente de la AMC, en la que recibió el diploma y fistol que lo acreditan como parte de la institución, Howard Alper afirmó que en su país la participación de los jóvenes investigadores ha sido fundamental para frenar los recortes presupuestales propuestos por el gobierno al sector.