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18 de febrero de 2010
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«Los sabores científicos michoacanos» por Gerardo Sánchez Díaz
En el marco de los festejos del Bicentenario del inicio de Independencia de México, el Instituto de Investigaciones Históricas y los Miembros de la Academia Mexicana de Ciencias, llevaron a cabo la conferencia “los sabores científicos michoacanos” a cargo del historiador nicolaita, Gerardo Sánchez Díaz.
A través de la cual realizo ante los presentes, en las instalaciones del Centro Cultural Universitario de Nuestra Máxima Casa de Estudios, una semblanza histórica en torno a las aportaciones literarias más importantes realizadas en la Nueva España por historiadores michoacanos entre el siglo XVI y XX.
En lo que a botánica se refiere dijo, destaca el trabajo realizado por Francisco Hernández, quien a través de su obra “ animales, plantas y minerales” da a conocer valiosa información para esa época, de más de doscientas cincuenta plantas; en donde expone de manera clara y sencilla la riqueza en materia médica que contenían dichas las plantas que sólo crecían en Jalisco y Los Reyes en Michoacán, material que dijo, fue utilizado en Europa para su consulta.
Asimismo habló sobre las aportaciones de Gregorio López, español que escribió “tesoros de medicina”, información que tuvo gran impacto en Europa y la Nueva España, al recopilar recetas sobre los beneficios de la raíz de Michoacán, “ya desde aquí, existía una universalización del conocimiento de la época indígena”.
Otra obra de gran trascendencia en el siglo XIX fue la publicación “las nuevas descripciones”, primer libro editado en Morelia, el cual estuvo a cargo de la Sociedad Científica Antonio Alzate, en el cual se realizaban descripciones de carácter científico y botánico; contenido que fue dedicado a los próceres de la independencia y que lo convierte en la primer obra del México independiente. El libro escrito en dos partes, es de la autoría de Juan de Layard y Juan Martínez de Lejarza, quien dedicó gran parte al estudio de los árboles (moralea) que contenían propiedades medicinales y cuyo nombre fue puesto en honor a José María Morelos, mientras que el hidalgoa, en honor a Hidalgo.
Martínez de Lejarza también publicó “análisis estadístico”, obra que muestra la primer radiografía de cómo era Michoacán en esa época, por lo que dijo, se constituye como el primer tratado de geografía y que sirvió como modelo, además de dar pauta, para estudios de carácter científico.
Otro de los grandes hombres de Michoacán que contribuyeron a la literatura en la entidad, fue Melchor Ocampo quien realizó un estudio en el campo de la geografía, al realizar una revisión sobre el curso del río Lerma y rectificación de su cauce. Mientras que Nicolás León, quien estudió y se formó en el Colegio de san Nicolás de Hidalgo, escribió “michoacanos ilustres” en donde detalla de manera detallada la vida y obra de los hombres más representativos de Michoacán entre los que se encuentra Don José María Morelos; también aportó la obra “escolar naturalista”, primer libro didáctico que se publicó en México con el fin de que los niños de esa época se acercaran e involucraran en el estudio de la naturaleza.