Academia Mexicana de Ciencias
Boletín AMC/006/10
México, D. F., 20 de enero de 2010.
- La investigadora, miembro de la AMC, participa en uno de los grupos de trabajo del Panel Intergubernamental para Cambio Climático (IPCC)
- Advirtió en la Revista Ciencia que las emisiones de dióxido de carbono pasadas y futuras continuarán contribuyendo al calentamiento global y a la elevación del nivel del mar durante más de un milenio
- Los impactos se sentirán primero en los países en vías de desarrollo
- La introducción de gases y partículas, la tala de bosques y el cambio de uso de suelo para tener grandes extensiones sembradas son las principales actividades humanas causantes de los daños
- Graciela Binimelis de Raga advirtió que hay una probabilidad de 90 por ciento de que aumenten los fenómenos extremos, como las olas de calor y las fuertes precipitaciones.
Foto: AMC
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Sin duda, las actividades humanas han modificado el clima en nuestro planeta y las medidas de mitigación no pueden esperar mucho tiempo sin que las consecuencias sean irreversibles, evidencia de ello son los resultados científicos presentados por el Panel Intergubernamental para Cambio Climático (IPCC), en su Cuarta Evaluación.
Así lo afirmó la investigadora, Graciela Binimelis de Raga, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), quien participó en la Cuarta Evaluación del IPCC, en el grupo de trabajo encargado de analizar las bases científicas del cambio climático.
En su artículo El cambio climático, ¿qué nos espera?, publicado en el más reciente número de la Revista Ciencia, órgano de difusión de la AMC, Binimelis de Raga abordó las bases científicas de este fenómeno, así como los pronósticos de los modelos climáticos acoplados de océano-atmósfera, haciendo énfasis en las proyecciones para Latinoamérica.
Entre las observaciones que los científicos han realizado hasta la fecha destacan las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, muy por encima de valores observados en los últimos 650 mil años y el hecho de que once de los últimos doce años ocupan los primeros puestos en la lista de años más calientes desde 1850.
Además, apuntó que la temperatura media del océano aumentó hasta una profundidad de 3 mil metros y que el océano absorbe más del 80 por ciento del calor añadido al sistema climático, lo que se suma a la disminución de los glaciares en el planeta y el aumento en el nivel del mar desde que se tienen mediciones globales.
En este sentido, enfatizó que todas estas observaciones están directamente relacionadas con la presencia de gases y partículas que los humanos hemos introducido al sistema, con industrias, vehículos, al talar bosques y cambiar el uso de suelo para destinar grandes extensiones a la agricultura.
Sobre lo que sucederá en el futuro, Graciela Binimelis de Raga advirtió que las emisiones de dióxido de carbono pasadas y futuras continuarán contribuyendo al calentamiento global y a la elevación del nivel del mar durante más de un milenio.
De hecho, agregó, se espera que para finales del siglo XXI, en el mejor de los casos, la temperatura promedio en superficie aumentará entre 1.8 y 4 grados Celsius, pero, en el peor de los casos, podría llegar hasta 6.4 grados.
Asimismo, los especialistas prevén que el calentamiento no será uniforme y que será más importante sobre la tierra que sobre el mar, y mucho mayor en latitudes altas que en regiones tropicales. También hay una probabilidad de 90 por ciento de que aumenten los fenómenos extremos, como las olas de calor y las fuertes precipitaciones.
Precisó que, a escala regional, en Latinoamérica hay regiones como el noroeste de México, algunas zonas del Golfo y el Caribe y el noreste de Brasil, para las cuales se proyecta menor precipitación. También en el Pacífico Suroriental, lo que podría afectar las zonas productoras de electricidad en Chile.
Respecto a los ciclones tropicales, reveló en su artículo de la revista Ciencia, que algunos modelos climáticos sugieren que es probable que en el futuro haya menos ciclones tropicales, pero es posible que sean más intensos, con vientos máximos y precipitación mayor, debido al aumento de la temperatura del mar.
En otro tema, Graciela Binimelis destacó que la participación de científicos latinoamericanos en la Cuarta Evaluación del IPCC, específicamente en el Grupo de Trabajo 1 –en el que ella participó– es del 6.5 por ciento, con 9 integrantes. La especialista indicó que estos números son modestos si se comparan con el 22 por ciento de integrantes que trabajan en Estados Unidos y el 38 por ciento de Europa.
Subrayó que, en la Cuarta Evaluación del IPCC, participaron un total de 24 mujeres científicas, que corresponden al 14.2 por ciento de los participantes, lo cual refleja que no hay muchas mujeres que se dediquen a la ciencia del cambio climático en el mundo.
La científica, integrante de la sección de Geociencias de la AMC, consideró que el tema del cambio climático podría ser un aglutinador para que los países en Latinoamérica iniciaran una colaboración más estrecha para afrontar los retos futuros, en virtud de que los países en vías de desarrollo son muchas veces los más vulnerables y en los que los impactos se sentirán primero.