La Crónica de Hoy
2 de diciembre de 2009
Isaac Torres Cruz
“Nuestro sistema científico no desempeña todavía el papel central en el desarrollo cultural y social del país, como tampoco está conformado en su esquema productivo, como tampoco constituye una parte indisoluble de la vida nacional”, expresó Rosaura Ruiz, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Con motivo de las celebraciones del 50 aniversario de la AMC, que un balance de este periodo, con sus altibajos, obliga a admitir que el impacto de las ciencias, las humanidades y la tecnología está lejos de lo que el país requiere.
“El avance del conocimiento no es una prioridad nacional, la ciencia no cuenta cuando se trata de resolver los grandes problemas nacionales, debido a la falta de una política de Estado que valore su potencial y la ubique como una prioridad”, señaló.
En su discurso, puntualizó que la evidencia más clara, y reciente, de esta miopía gubernamental deja evidencia con el avance de leyes que penalizan el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo.
“A 150 años de la publicación de El origen de las especies y de la proclamación de las Leyes de Reforma, el avance del oscurantismo y el ataque a la laicidad con la aprobación de leyes basadas en creencias religiosas es fehaciente”, dijo.
Argumentó que si bien esto vulnera el derecho de las mujeres, también prohíbe el estudio con células embrionarias, no obstante la importancia de su impacto en la investigación médica.
A 50 años de la creación de la AMC puntualizó que el panorama de la ciencia nacional no es alentador cuando sus indicadores no muestran un mejoramiento notable.
Estadísticas poco alentadoras como el pequeño número de alumnos de doctorado, “tan sólo una universidad brasileña egresa más que todo México”; el pobre desarrollo en la mayoría de los estados en la materia; un número muy bajo de investigadores en relación con la población económicamente activa; el envejecimiento de la planta académica nacional; y el escaso coeficiente de inventiva, son sólo algunos de los temas que refirió la científica.
FINANCIAMIENTO. Ruiz Gutiérrez expuso además que a estas problemáticas se suma el factor del financiamiento de la ciencia, tecnología e innovación, si bien no la única solución para que el sector crezca sí una de las más importantes. Agregó que la más reciente muestra el desdén por el tema que quedó demostrado en el Presupuesto de Egresos para 2010, que aprobó la Cámara de Diputados.
“No obstante los argumentos esgrimidos por universidades, centros de investigación y la AMC, el presupuesto para ciencia y tecnología sufrió un recorte más: 4.6 por ciento menor al de 2009. Esto es igual al 0.34 por ciento del Producto Interno Bruto, centésimas menos que en el presente año.
AVANCES. Empero este aciago escenario, la presidenta de la AMC mencionó además que en el transcurso de estas décadas invariablemente la ciencia nacional ha crecido. “La ciencia mexicana es un sistema mucho más robusto, conformado por una comunidad pequeña pero de clase mundial”.
Entre sus logros destacan sus contribuciones a la calidad de la educación superior, constatado en gran parte de las universidades y centros de investigación del país. También, añadió, se ha logrado un avance importante en la inclusión de las mujeres en la ciencia, ya sea en su número en el Sistema Nacional de Investigadores así como en los reconocimientos creados para ellas.
“Tengo la certeza de que en el quincuagésimo aniversario de la Academia inaugura la segunda mitad de su existencia con inaugurados compromisos y objetivos para la comunidad de científicos, humanistas y tecnólogos.
“Debemos promover y cultivar la interlocución con firmeza en la toma de decisiones; ampliar los lazos que nos unen con la sociedad; salvaguardar el patrimonio del saber científico y promoverlo en beneficio y auge que queremos para México”, finalizó.