El Economista
27 de noviembre de 2009
Manuel Lino
Para cerrar las conmemoraciones de lo que debió ser a nivel mundial el Año de Darwin y la Teoría de la Evolución, y no de Galileo y del telescopio que ni siquiera inventó, este sábado en la Alameda Central de la ciudad de México se dedicarán 1,500 metros cuadrados para que por medio de teatro, charlas y exposiciones se recuerde y difunda la obra del hombre que cambió la concepción moral y filosófica que la humanidad tiene de sí misma.
A la Alameda llegará el compendio de cosas que se han presentado en 11 sedes de la República durante este año en que se cumplieron 200 del nacimiento de Charles Darwin y 150 de la publicación del libro más importante de la biología moderna, El origen de las especies.
La llamada Resta de la Evolución, organizada por la Academia Mexicana de Ciencias, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal se compone de:
– Colecciones zoológicas de museos de la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional y del Museo de Historia Natural.
– Talleres para niños yj óvenes donde aprenderán sobre fósiles, ADN y selección natural, entre otros temas.
– Más de 20 personajes caracterizados de acuerdo con la época de Charles Darwin y una decena de especialistas que darán charlas sobre los distintos aspectos de la evolución.
– Habrá también venta de fósiles permitidos, productos naturales, juegos didácticos y publicaciones variadas.
Como dice Ramón Moreno del Departamento de Microevolurión de la FES Iztaca el conocimiento no hace daño y ayuda a teneruna mente más abierta y despierta además la Teoría de la Evolución nos lleva a respetar a la naturaleza sobre todo cuando comprendemos que funciona a través de equilibrios.